El gobierno uruguayo condenó este martes el lanzamiendo de un nuevo misil por parte del régimen norcoreano, que sobrevoló Japón para luego caer en el océano sin ocasionar daños.
En un comunicado divulgado por la Cancillería, se afirma que «ante este nuevo acto que pone en peligro la paz y la seguridad, en violación del derecho internacional, el gobierno de Uruguay reitera su llamado al estricto cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y reafirma su voluntad de seguir trabajando en el marco de dicho órgano, hacia una solución pacífica, diplomática y política para la desnuclearización de la península coreana».
Ante este nuevo acto que pone en peligro la paz y la seguridad, en violación del derecho internacional, el Gobierno de Uruguay reitera su llamado al estricto cumplimiento de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y reafirma su voluntad de seguir trabajando en el marco de dicho órgano hacia una solución pacífica, diplomática y política para la desnuclearización de la península coreana.
Montevideo, 29 de agosto de 2017
El borrador del comunicado, impulsado por Estados Unidos, no contempla establecer sin embargo nuevas sanciones o reforzar las ya existentes.
Pero fuentes diplomáticas dijeron a la AFP que la velocidad con la que el Consejo de Seguridad reaccionó pone de manifiesto su determinación por permanecer unido.
«El Consejo de Seguridad resalta que las acciones de Corea del Norte no sólo son una amenaza para la región, sino para todos los miembros de Naciones Unidas», señalaron en el comunicado, tras celebrar una reunión de tres horas a puerta cerrada en la sede de Nueva York.
«El Consejo de Seguridad manifiesta su gran preocupación porque Corea del Norte está minando deliberadamente la paz y estabilidad regional, con el lanzamiento (de un misil) sobre Japón y sus recientes acciones y declaraciones públicas», precisaron.
El bloque ya ha aprobado siete paquetes de sanciones contra el hermético país, pero por ahora no han logrado disminuir las ambiciones balísticas de Kim.
El proyectil recorrió 2.700 kilómetros alcanzando una altitud máxima de 550 kilómetros antes de hundirse en el Pacífico, según los datos de Corea del Sur.
Fue disparado hacia el este, y no en dirección de la isla de Guam, una importante base estadounidense a 3.500 kilómetros de Corea del Norte.