El presidente de la Conmebol no acusa recibo de las declaraciones realizadas por la directiva uruguaya a Doble Amarilla, donde “en ON”, ponen de manifiesto su descontento por la posición adoptada por Paraguay de cara a la organización del Mundial sudamericano.
Escribe Hernán Sisto Corresponsal en BsAs www.dobleamarilla.com
Antes de ingresar al encuentro con la dirigencia del fútbol argentino, el presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez dialogó con la prensa presente y desestimó que haya enojo de parte de Uruguay de cara a la organización tripartita del Mundial 2030. A su vez, evitó referirse a la posibilidad que la organización sea entre cuatro países, sumando a Chile.
“El enojo de Uruguay son solo especulaciones de la prensa ante la demora en la confirmación de la información”, sostuvo el dirigente. Con estos dichos, el presidente de la Confederación no hace más que ningunear los dichos vertidos a Doble Amarilla, “en ON”, de la dirigencia charrúa. No se ha tratado, en este caso, de trascendidos o rumores, sino que el enojo uruguayo por el papel que ha tomado Paraguay ha sido manifestado abiertamente por la dirigencia uruguaya en notas a este medio.
En las entrevistas, realizadas al presidente de la Asociación uruguaya, Wilmar Valdez, y el Secretario General del Deporte de Uruguay, Fernando Cáceres, afirmaron sentirse disgustados por la situación. A su vez, en ambos casos, aclararon que el presidente uruguayo Tabaré Vázquez no estaba al tanto de la inclusión de Paraguay al momento de hacerse el anuncio.