La edición 2017 de Yo Estudio y Trabajo está en curso y más de 700 jóvenes pueden desarrollar su primera experiencia laboral por esta iniciativa, siempre que cumplan con el requisito de cursar instancias educativas formales. Muchas instituciones públicas se suman a la propuesta. El Parlamento valoró como positiva la experiencia y aumentó los cupos este año, al incorporar a 30 jóvenes que cumplirán funciones de apoyo.

La vicepresidente de la República, Lucía Topolansky, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y el director nacional de Empleo, Eduardo Pereyra, recibieron el lunes 2 de octubre a los 30 jóvenes que iniciarán su primera experiencia laboral en el Parlamento a través del programa Yo Estudio y Trabajo. Allí desempeñarán tareas de apoyo durante un año.

“Se realiza un trabajo fino de selección de perfiles, para que las actividades que los jóvenes van a desarrollar se vinculen a lo que están estudiando. El Parlamento realizó una muy buena valoración del trabajo que realizó la generación anterior del programa y decidió aumentar la cantidad de plazas para jóvenes que están desarrollando su primera experiencia laboral compatibilizada con el estudio”, explicó Pereyra.

Quienes se inscriban deben ser estudiantes de entre 16 y 20 años. La plantilla de participantes es definida mediante un sorteo, luego son valorados los niveles educativos, las especialidades elegidas y los lugares de residencia, a fin de maximizar las posibilidades de éxito de la experiencia.

En esta edición fueron convocadas más de 700 personas y se elaboró una lista de prelación, dado que los organismos pueden aumentar los cupos o solicitar luego participar del programa. Desde el comienzo de esta iniciativa, participaron más de 3.500 jóvenes.

“Los chicos están muy cuidados, cuentan con un seguimiento técnico, se supervisa que se mantengan estudiando, que no tengan problemas en el ámbito laboral y que a la vez aporten al organismo que los contrata, porque de eso depende el futuro. Si hay algo de lo que estamos orgullosos, es de que los jóvenes que se fueron dejaron una oportunidad a estos, y estos le dejarán una oportunidad a los que vengan, en la medida en que el programa siga desarrollándose con este éxito”, señaló Pereyra.

El director de Empleo informó que este año los inscriptos fueron un 60 % mujeres y un 40 % hombres. Además explicó que el programa respeta las cuotas, por lo que ingresaron personas con discapacidad, afrodescendientes y trans. Asimismo, existe una equivalente distribución entre Montevideo e interior, con más de 70 localidades con cupos laborales habilitados. En este contexto, Pereyra recordó a las intendencias de todo el país que pueden sumarse a esta iniciativa. “Las que no participan se están perdiendo una oportunidad”, concluyó.