Estados Unidos votó en contra del proyecto de resolución presentado en Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) que pide el levantamiento del embargo económico y comercial impuesto a Cuba. Fue acompañado únicamente por Israel, en tanto 191 países se manifestaron a favor.

El proyecto de resolución fue aprobado 191-2. Estados Unidos e Israel fueron los únicos países que votaron en contra.

A lo largo de los años, cada vez más estados miembro se sumaron al pedido de la isla caribeña de terminar con esta medida que consideran criminal.

En la primera votación fueron 59 los países a favor de la posición cubana, 3 en contra (EE.UU., Israel y Rumania) y 71 abstenciones. En 2016 el resultado fue 191 votos positivos y sólo dos abstenciones (EE.UU. e Israel). No obstante este año Washington volvió a rechazar la moción, modificando su postura del año anterior.

En un discurso de línea dura en la Asamblea General antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, responsabilizó a Cuba del embargo. «Por vigesimoquinta ocasión en 26 años, Estados Unidos votará en contra de esta resolución», declaró.

Haley acusó a La Habana de usar cada año a la votación de la AGNU «como un objeto resplandeciente para distraer la atención del mundo de la destrucción que ha infligido a su propio pueblo y a otros en el hemisferio occidental».

«Mientras el pueblo cubano siga siendo privado de sus derechos humanos y de sus libertades fundamentales, mientras los ingresos del comercio con Cuba se destinen a apoyar al régimen dictatorial responsable de negar esos derechos, Estados Unidos no teme al aislamiento en esta cámara (de la Asamblea General) o en cualquier otra parte», dijo la enviada estadounidense.

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, respondió que el bloqueo de Estados Unidos es «una flagrante, masiva y sistemática violación de los derechos humanos de todos los cubanos» y lo describió como «un acto de genocidio».

 

El año pasado, Estados Unidos se abstuvo en una votación similar en la Asamblea General. Haley explicó que el giro de 180 grados se debe a la elección de Donald Trump como nuevo presidente y de ella misma como embajadora ante la ONU.

El Grupo de los 77 de países en desarrollo lamentó la nueva política de Trump que busca reforzar el embargo contra Cuba. «El grupo considera que este es un retroceso en el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países», dijo en su representación Diego Morejon Pazmino, embajador de Ecuador ante la ONU.

El G77 y China expresaron su profunda preocupación por los prolongados efectos negativos que las sanciones económicas y las restricciones de viaje han tenido sobre Cuba y su pueblo.

China lamentó que no se hayan implementado las anteriores resoluciones de la Asamblea General al respecto. El bloqueo viola el propósito y principios de la Carta de la ONU y causa enormes pérdidas económicas a Cuba, dijo Wu Haitao, encargado de negocios de la misión china en la ONU.

Wu pidió a Estados Unidos y Cuba continuar con la normalización de las relaciones, lo que favorecería los intereses de ambos países. Wu pidió a Estados Unidos levantar su embargo contra Cuba.

 

«Según los cálculos realizados de forma rigurosa por instituciones cubanas, el bloqueo causó, en el año transcurrido desde abril de 2016 hasta abril de 2017, pérdidas a la economía cubana en el orden de 4 305 millones de dólares», refirió, y agregó que «esa cifra es alrededor del doble de lo que se necesitaría como inversión extranjera directa anual para que la economía cubana pueda avanzar sustancialmente hacia el desarrollo».