Este año la noticia de la instalación de una nueva planta de celulosa de UPM en la localidad de Paso de los Toros fue celebrada por el gobierno. El anuncio fue que la empresa finlandesa se instalaría en la cuenca del Río Negro, sin especificar dónde.

En paralelo a esto y mientras se realizaban las negociaciones con UPM, autoridades del gobierno, entre ellos la ministra de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, manifestaron que la cuenca del río «está contaminada».

En mayo de León dijo que al igual que «en cualquier otra industria» le preocupa «el nivel de eutrofización» que pueda producirse en el agua. «Toda la cuenca (del río Negro) está contaminada, por eso hay que trabajar para mejorarlo y si se llega a instalar UPM allí vamos a trabajar en conjunto para mejorar todo el sistema», manifestó por ese entonces.

Por ese entonces la ministra también expresó que todavía no se había realizado un estudio sobre el impacto ambiental que pueda generar la instalación de la nueva planta.

Para hablar del tema y sobre la situación general de los cursos de agua en Uruguay, «De taquito a la mañana» se comunicó con Daniel Panario, ingeniero agrónomo, profesor Grado 5 de la Facultad de Ciencias, director del Instituto de Ecoligía y Ciencias Ambientales y Coordinador de la Maestría en Ciencias Ambientales.

«Las pasteras son suficientemente complejas en sus procesos como para generar contaminación de por sí», comentó Panario y además agregó que «La situación puede ser reversible pero todos los cursos están saturados en materia de fósforo y eso sí no tiene vuelta».

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