El futuro político de Silvio Berlusconi se decidirá en Europa. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo deberá decidir a partir de hoy si la inhabilitación para ejercer cargos públicos que recae sobre el ex primer ministro italiano puede ser revocada. Si el Tribunal dictara sentencia favorable al político antes de las próximas elecciones generales, previstas para la primavera de 2018, Berlusconi podría volver a presentarse como candidato de su partido, Forza Italia.
El ex primer ministro italiano fue condenado a cuatro años de cárcel en el 2013 por fraude fiscal. El político y empresario evitó ir a prisión debido a su avanzada edad (81 años el pasado mes de septiembre) y cumplió la condena realizando durante un año servicios sociales en una residencia de ancianos de Milán. Lo que no pudo evitar fue la inhabilitación para ejercer cargos públicos durante los siguientes seis años, en virtud de la llamada Ley Severino, aprobada en 2012 bajo el Gobierno técnico de Mario Monti. La ley prohíbe la presencia en el Parlamento de personas con condenas definitivas de cárcel superiores a dos años.
Los abogados del magnate han intentado demostrar sin éxito desde entonces la imposibilidad de aplicar la Ley Severino a su cliente de manera retroactiva ya que los hechos por los que fue condenado se produjeron entre 1995 y 1998, antes de la aprobación y entrada en vigor del reglamento.
Este miércoles el abogado defensor del ex primer ministro, el británico Edward Fitzgerald, aseguró en la primera vista del proceso ante los 17 magistrados europeos de la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo que la inhabilitación de Berlusconi fue «una decisión de sus adversarios políticos». «No fue justicia sino un circo romano de gladiadores en el que una mayoría con el pulgar decide si uno va arriba o abajo». Fitzgerald puso en cuestión la transparencia de la ley y se preguntó porqué ésta fue aplicada a Berlusconi y no a otro senador del mismo partido, el periodista Augusto Minzolini, que también había sido condenado por malversación de fondos públicos. «La decisión que adoptó el Senado es incompatible con el estado de derecho», defendió el abogado del magnate.
Por su parte la abogada que representa al Gobierno italiano ante el Tribunal de Estrasburgo, Maria Giuliana Civinini, aseguró que la decisión «no fue arbitraria sino todo lo contrario». Civinini defendió que las autoridades italianas habían respetado «escrupulosamente» el Convenio Europeo de Derechos Humanos y que Berlusconi había tenido un juicio justo.
Este proceso puede ser histórico porque si los magistrados se pronunciaran a favor del político y empresario y condenaran a Italia por violación de los derechos humanos, el ex primer ministro podría volver a ejercer cargos públicos y en consecuencia presentarse a las próximas elecciones generales. Algo que parece poco probable porque el tiempo previsto para dictar sentencia es de alrededor de un año.
En cualquier caso el ex primer ministro no tiene intención de esperar sentado. Sea cual sea la sentencia de Estrasburgo, el ex Cavaliere ha asegurado que en las próximas elecciones estará «en primera línea para llevar el centroderecha al gobierno del país». En una entrevista a una radio local, el ex primer ministro aseguró que siente la misma responsabilidad que en 1994, el año en el que ganó las elecciones por primera vez. «Si no hubiera entrado en política los comunistas habrían ganado», dijo. Ahora, el político asegura que el «peligro» es el Movimiento 5 Estrellas «y no veo a nadie mejor que yo que pueda hablar a los italianos y convencerlos».