Crítica, humor, diversión y emoción estuvieron presentes la noche del jueves en el Teatro de Verano.

La noche de la segunda etapa de la rueda final del encuentro de Murga Joven era preciosa para disfrutar de buenos espectáculos; y eso fue lo que sucedió a partir de las 20:30 horas.

Murger King actuó a primera hora y desplegó todo su desparpajo sobre el escenario con sus científicos que hicieron reír a toda la platea con sus ocurrencias. Desde los amoríos del prócer de la patria, hasta los problemas de algunos de sus componente que intentaron solucionar con la máquina que todo lo cura, la murga planteó diferentes situaciones de humor que la presenta como uno de los espectáculos más divertidos.

A La Bartola volvió a proponerse jugar sobre las tablas, esta vez en el Teatro de Verano con la misma alegría con la que lo hizo en el Monte de la Francesa. La murga presentó un espectáculo, acompañado de mucho color en los trajes y maquillajes que caracterizaron a cada uno de los componentes como dibujos animados, personajes de videojuegos y otras figuras que hicieron recordar al público los buenos momentos cuando la vida no era más que jugar.

El tercer turno fue para Chirolas Pal Vinagre, que en su espectáculo recorrió todos los estados de ánimo que pueden convivir dentro de la cabeza de una persona y contar cómo pueden afectarla. En todos los bloques que presentaron, reinó el humor en un espectáculo que es cantado en casi todo su recorrido. El mayor disfrute fue guardado para cantar la despedida con todas las ganas y mucha fuerza.

El Limón Fraterno llegó desde Las Piedras y se hizo sentir con toda su gente que copó la platea baja e hizo un buen barullo y emoción por ver a la gente de su ciudad arriba del Ramón Collazo. El genio de la lámpara uruguaya se hartó de que le pidan que resuelva problemas ajenos pero igual se las arregló para dejar el mensaje de que la solución está dentro de uno mismo, no hay que buscar tanto por otro lado.

El cierre estuvo a cargo de los Tripulantes De La Farsa, que desde el Sindicato del Vidrio llegaron para hablar de los estereotipos en un planteo muy dinámico con mucha fuerza en el coro y mucho humor, sobre todo en el cuplé de Manija y Sortija que hicieron descostillar de risa hasta al mismísimo jurado; Charly Álvarez tuvo que resistirse ante la invitación de sumarse a la piscina a bañarse con esos dos personajes. Al igual que en la etapa de muestra en Colón, la murga cantó una hermosa despedida y gozó de bajar entre los abrazos de sus afectos que los esperaban a los pies del escenario.