Eduardo Blasina, ingeniero agrónomo y periodista agropecuario, habló en el evento de la movilización rural en Durazno.

Repasó las otras oportunidades en las que los productores se movilizaron y expresó que «cada 20 años el agro tiene que recordarle al país que si el agro se cae, en poco tiempo después todo se cae».

«Se ha dicho que el agro no está tan mal, y es posible que no esté tan mal, siempre se puede estar peor.  Pero lo más importante es pensar hacia adelante».

Repasó las «mochilas» con las que cargan los productores explicando cada una de ellas. Antes de ello aseguró que «acá no está solo el agro. Acá están los camioneros, los mecánicos, los industriales, acá hay un montó de gente».

En la primera de ellas habló del dólar barato y en caída: «En Uruguay cayó en términos nominales en 2016, también lo hizo en 2017, y sigue cayendo en 2018. Que caiga el dólar quiere decir que el valor de lo que exportamos, al exportador le significa cada vez menos, o sea que estamos desvalorizando el esfuerzo de colocar el producto de los uruguayos en el exterior».

En la segunda hizo referencia a la inflación: «En el mundo de hoy, tener una inflación cerca del 7%, con un dolar que baja, genera un doble daño porque si la inflación sube, significa que los costos se van incrementando cada año».

La tercera fue la energía: «Uruguay es admirado en el mundo por la reconversión energética que ha hecho, porque exporta energía, porque usa energía eólica, porque se ha vuelto limpia, eso es maravilloso. Pero cómo puede ser que nada de esa revolución le llegue al consumidor y se use el monopolio de la energía meramente para recaudar».  «Tiene que haber un Mercosur en el cual los productores uruguayos no estén obligados a sembrar y cosechar con un gasoil que es más caro que los de Argentina y Brasil».

Los impuestos fueron la cuarta mochila: «Está bien pagar impuestos, las sociedades se construyen aportando, la sociedad es una gran colecta» y agregó «hay que terminar con el mito de que el agro no quiere pagar impuesto (…) El agro no va a crecer este año, o va a crecer un 0,01% y el aumento de los impuestos que pagó el agro 10,1 % se hace muy difícil con un costo que sube y con un margen que baja».

La quinta fueron las rutas, caminos y carreteras: «Sabemos que los números del estado son justos y que sale mucho arreglar las carreteras (…) pasan los meses y no pasa nada. Para algunos que viven en Montevideo o en Punta del Este no se entiende, imaginen lo que es tener un problema de salud y demorar porque por los caminos no se puede ir a más de 40 km/h».

La sexta fueron los salarios: «Es bueno revisar lo que ha pasado con los salarios rurales» Nada es más grato que nos vaya bien y que nuestros empleados trabajen mejor (…) Con ese nivel de salarios se están perdiendo empleados privados (…) el desempleo o el empleo está relativamente estable, subiendo empleados público y bajando empleados privados, y esa es una tendencia peligrosa».

«Hemos visto una situación muy difícil en agro industria» «cuesta entender que la ayuda que la principal cooperativa le quiere dar a Pili, pueda depender de la situación del sindicato de Conaprole» «No puede caer una industria que lleva durante años trabajando honestamente»

La tierra fue la séptima: Siempre que la tierra baja de precio es señal inequívoca de que las cosas están mal y en Uruguay el precio de la tierra está bajando. Se está desvalorizando Uruguay.

La octava fue la deuda: «El productor para seguir produciendo, sigue apostando, recurre a créditos y empieza a tener en sus costos el costo de servicio de deuda. Esto es necesario atenderlo antes de que crezca».

La novena tiene que ver con el mercado hacia el extranjero: «Uruguay tiene un prestigio de marca increíble. Cuando se sale al exterior es muy distinto a lo que pasaba antes, cuando preguntaban si Uruguay tenía cataratas o no, ahora saben que tiene trazabilidad, tiene carne deliciosa, un arroz, vinos, lácteos excelentes. Imaginemos a donde podemos llegar, imaginemos que podemos exportar el doble, y es lo que queremos hacer».

Y marcó la décima como la más complicada: los prejuicios.