Miles de personas de todo Brasil marcharon hacia Porto Alegre para respaldar al líder del Partido de los Trabajadores Inacio Lula Da Silva en el día previo a que el tribunal de segunda instancia revise la condena que impuso el juez Sergio Moro, y que de confirmarse lo inhabilitaría para presentarse como candidato presidencial en las elecciones generales de octubre.
A la espera de la palabra de Lula, la expresidenta Dilma Rousseff celebró la masiva movilización que colmó la denominada «esquina democrática» en el centro de Porto Alegre bajo la consigna: «Sin Lula, la elección es un fraude». «Estamos aquí no por cada uno de nosotros sino por Brasil. Este Brasil precisa de un hombre, también va a precisar de mujeres, siempre, pero ahora precisa de Inacio Lula Da Silva para tener un camino de esperanza», afirmó la referente del Partido de los Trabajadores.
Dilma denunció el «golpe parlamentario» que la destituyó del poder a principios de 2017 y calificó de «cómplice» al Poder Judicial, que mañana tendrá en sus manos la inhabilitación de Lula como candidato, en caso de confirmar la cuestionada sentencia de 9 años de prisión dictada por el juez Moro.»El presidente está siendo juzgado sin ningún fundamento. ¿Por qué la persecución y la injusticia abierta en este país? Porque ellos temen una derrota política inmensa, porque mostraron su verdadero rostro: gente que no se sensibiliza por el pueblo», aseguró Dilma desde el palco colmado por dirigentes políticos y sociales y artistas que respaldan la candidatura de Lula.
«Elllos no tienen quién pueda disputar con Lula. No pueden ganar la elección con el proyecto de quitar derechos a nuestro pueblo», afirmó Dilma e insistió: «No tenemos un plan B, porque nuestro camino hacia el 2018 tiene ese nombre: Luis Inacio Lula Da Silva».