Desde el departamento de movilidad de la comuna se le informó a Fuentes Confiables que la medida es imposible teniendo en cuenta que al día de hoy las bicicletas no cuentan con una matrícula para poder identificarlas y adjudicar algún tipo de sanción. El trabajo del inspector es controlar recomendando al ciclista distintas indicaciones pero no puede actuar de otra manera.

Otro dato no menor es que aquellos ciclistas mayores de 14 años no pueden andar en bicicleta sobre la vereda cuando no hay bici sendas. Solo los menores de esta edad están habilitados para transitarla. No obstante desde la comuna se cree que es difícil de controlar ya que no existe un marco jurídico que ampare a los inspectores para poder fiscalizar.

Juan Vespa del Departamento de Movilidad de la comuna, dijo a Fuentes Confiables que de momento no está en los planes de la Intendencia obligar a matricular las bicicletas que circulen por la ciudad, aunque si se ha pensado esta posibilidad.

Y a propósito del tema de rodados la Intendencia de Montevideo busca ampliar el sistema de alquiler de bicicletas públicas Movete a más lugares de la ciudad, incorporando además más rodados. Debido a que el cambio de lugar de las estaciones incrementó su uso. Al día de hoy, existen 100 bicicletas para alquilar de las cuales 80 están en las calles y el sistema cuenta con más de 2.000 usuarios activos. A la Intendencia le genera un costo mensual de USD 7000 que incluye la gestión y el mantenimiento (el local, vehículo, personal, taller, atención al usuario, reubicación y mantenimiento de las bicicletas, las estaciones y el software).

El 75% de los usuarios son anuales activos y el 25% restante lo forman turistas. Desde que comenzó su implementación hace ya 4 años ha sido utilizada por 8.490 usuarios y el registro del 56% de estos ya caducó, lo que preocupa a las autoridades municipales.

Desde que se cambió la ubicación de tres de las estaciones ubicadas en Ciudad Vieja por el poco uso que se les daba para colocarlas en la Terminal de Río Branco, Plaza Fabini y la explanada de la Intendencia su demanda mejoró significativamente. En 2017 la cifra total de usos fue de 18.000, mientras que en lo que va de 2018 ya se registraron 2.300 usos.

La Intendencia convocó a un data room con empresarios e interesados en el tema para aportar ideas sobre qué formato tendrá una futura licitación para ampliar el sistema en cantidad de bicicletas y estaciones, y de la iniciativa surgió la idea de llevar el servicio hacia la Rambla, Tres Cruces aprovechando los cambios que se vienen para Av. Italia con las obras del paso a desnivel y otros puntos de gran demanda vinculados a locales educativos interconectando distintas  ciclovias.

Vespa dijo que el número de usuarios venía bajando, en parte, porque “es poco amigable el registro y la renovación” de usuarios además del vandalismo que sufren los rodados pasando a quedar muchas veces deteriorados y con costo significativos para su mantención. Por tanto se busca abrir el abanico de ideas haciendo foco en las nuevas tecnologías que se utilizan en otros países.

Vespa agregó que “el vandalismo es un factor muy importante” y que si bien se les hace un mantenimiento preventivo, “suele pasar que les rompen los espejos, el timbre o el farol trasero”. Incluso, mencionó que “hubo un momento en que les robaron en bloque todos los ojos de gato”. Y hubo una situación puntual donde se robaron 5 bicicletas en total que hoy están faltando.

El sistema es gestionado y mantenido por una empresa española a través de su filial en Uruguay, por lo que lo recaudado por los alquileres ingresa a una cuenta extra presupuestal de la Intendencia, que se encarga de pagar un monto fijo a la empresa por su servicio. Originalmente, el proyecto contaba con el patrocinio de Ancap pero ya expiró. De igual manera el jerarca explico que lo recaudado no alcanza para cubrir la totalidad de las reparaciones, ya que lo que se le cobra al ciudadano no es suficiente porque la primera media hora es gratis.