Un avión ruso de la aerolínea Saratov con 71 personas a bordo se estrelló este domingo cerca de Moscú. En el lugar del siniestro del avión An-148 hallaron una caja negra, comunicó el jefe del Ministerio de Emergencia en la región de Moscú, Serguéi Poletikin. No hay supervivientes entre los 65 pasajeros y seis tripulantes del aparato, que había despegado del aeropuerto de Domodédovo, el segundo más grande de Moscú, según ha informado una fuente del Ministerio de Situaciones de Emergencia.

Al menos tres de los pasajeros eran menores de edad. «No tenían ninguna posibilidad de quedar con vida», ha señalado el funcionario a la agencia rusa Interfax. Poco después del suceso, varios habitantes de esta zona ya relataban cómo vieron al AN-148 caer a tierra envuelto en llamas. Unas 150 personas y 20 vehículos de los servicios de emergencia se han trasladado al lugar en el que se ha estrellado el AN-148.

Algunas agencias de noticias rusas hablan de un aparente choque entre el An-148 y un helicóptero, pero tal extremo no ha sido confirmado a nivel oficial. Por otro lado, los equipos de rescate aseguran no haber encontrado restos de ningún helicóptero pero sí cuerpos que, según afirman, necesitarán un análisis de ADN para su identificación.

Se estima que el avión no cayó desde una gran altura, por lo que el estado de los cuerpos no debería ser tal que dificulte una identificación visual. De ahí que la hipótesis de explosión en vuelo, bien por la colisión con otro objeto volante o por otras causas, parezca la más plausible. Las autoridades rusas no barajan por el momento la posibilidad de atentado terrorista.

El Comité de Investigación de Rusia anunció la apertura de una investigación por el siniestro, mientras el presidente Vladimir Putin expresó sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas del accidente aéreo. Asimismo, pidió al gobierno investigar la catástrofe y realizar las labores de búsqueda necesarias, precisó el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov.

Foto: Reuters

AFP Y EFE