Entre el 1 de julio de 2017 y el viernes, el número de muertos alcanzó los 154 frente a los 98 notificados en el anterior boletín divulgado la semana pasada por el Ministerio de Salud brasileño.

En total fueron notificados en el país durante ese periodo 1.626 casos sospechosos de fiebre amarilla, de los cuales684 fueron descartados, 478 están bajo investigación y 464 finalmente se confirmaron, la mayoría en la región sureste del país.

El año anterior, entre el 1 julio de 2016 y el 16 de febrero de 2017, fueron confirmados 532 casos confirmados que desembocaron en 166 fallecimientos, según la cartera de Salud.

El especialista Marco Aurelio Saffarí explicó que «no todos los casos son graves: de los individuos que se infectan, aproximadamente del 15 a 20 por ciento va a desarrollar los casos graves; la mitad de ellos, son pocos sintomáticos o no saben que tuvieron la enfermedad, y de ese 15 a 20 por ciento de los que se manifiesta en forma grave, más o menos un tercio de ellos -que es la información que tenemos hoy- terminan falleciendo».

Un turista chileno, identificado como Felipe Santander, de 35 años, falleció en un hospital de Río de Janeiro, en Brasil, tras contagiarse de fiebre amarilla.

Brasil se encuentra inmerso en medio de una masiva campaña de vacunación fraccionada que comenzó el pasado 25 de enero en estados como Sao Paulo y Río de Janeiro, los más afectados por la enfermedad junto con Minas Gerais, todos en la región sureste.

El Ministerio de Salud lanzó en la víspera una alerta sobre la necesidad de ampliar la cobertura de vacunación contra el virus y recomendó continuar las campañas tanto en Sao Paulo como en Río, después de haber superado apenas un cuarto del espectro de población previsto para inmunizar.

Según datos oficiales, en esos dos estados han sido vacunadas hasta este viernes 4,3 millones de personas frente a los 20,4 millones que se marcaron como objetivo las autoridades.

La campaña, que cuenta con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), está destinada a aplicar la vacuna fraccionada, que es igual de efectiva que la estándar, pero no garantiza la inmunización de por vida, solo por unos años.

El plan se extenderá también al estado de Bahía, en el nordeste del país, a partir del próximo día 19.

En todos los casos, la variedad de fiebre amarilla detectada es la del tipo silvestre, transmitida por mosquitos de las especies Haemagogus y Sabethes, presentes en zonas boscosas.