Christian «Kiki» Pastorino, quien era requerido por la justicia tras cometer dos asesinatos, fue rodeado en el asentamiento El Monarca por la policía y se disparó en la cabeza. Está con muerte cerebral.
En primera instancia fue trasladado a la policlínica de Malinas y luego al Hospital de Clínicas.
El Fiscal Juan Gomez a cargo de la investigación se constituyó en la modesta vivienda para recoger información de vecinos de la zona.
Era buscado desde el 9 de diciembre de 2017 por ser el homicida de de una joven de 20 años en el barrio Tres Ombúes, y días atrás por ser el autor del crimen de la cajera del supermercado de La Blanqueada.
Además había amenazado a parte de su familia, incluida su madre, quien había comentado que le había dicho que prefería «que lo maten a ir a la carcel».