Terminó la reunión de directiva de Nacional y se comunicaron los detalles del partido frente a Defensor en el Parque Central. Nacional le destina a Defensor Sporting el mismo sitio que habitualmente le otorga a la parcialidad visitante, es decir en la esquina de la tribuna Héctor Scarone contra la Tribuna Atilio García.
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En el año 2017 se firmó un acuerdo entre los clubes por el cual ambas Instituciones se asignaban toda la tribuna cabecera en los respectivos partidos en condición de locatario, el acuerdo firmado fue solo por la temporada 2017, para esta nueva temporada ni Defensor solicitó la renovación ni Nacional siguió el mismo comportamiento.
La directiva “Violeta” se mostró sorprendida al entender que el criterio seguía, mientras que la de Nacional aclara que fue solo por el año pasado y no corre para este.
Las tensas relaciones entre ambas Instituciones cierran el diálogo. Lo cierto es eso, desde la época de Alarcón cuando contrató a Gustavo Díaz hasta la fecha el relacionamiento viene atravesando por instancias tensas. Es claro que no hay buen diálogo.
¿QUIÉN TIENE RAZÓN?
Defensor da por entendido que se mantenía el criterio, Nacional con razón sostiene que el documento firmado es claro y deja constancia de que el acuerdo fue solo por 2017 y aclara que no hubo de parte de Defensor una manifestación de renovar el acuerdo, por lo tanto ningún dirigente lo planteó en la directiva, ante la ausencia de solicitud los del “parque” no lo trataron en directiva, tampoco hubo una comunicación desde Nacional hacia Defensor para hablar el tema, Nacional no tiene interés en cederle a Defensor esa tribuna.
Cosas claras, Defensor Sporting pide toda la tribuna pero no la llena, eso ocasiona a Nacional una limitación a vender el resto de la tribuna y económicamente pierde la posibilidad de colocar 2 mil entradas, es decir si le da toda la tribuna a Defensor van mil hinchas “violetas” y la tribuna no se llena.
Por otro lado Nacional al tomar esa decisión cierra la posibilidad de que Defensor le de la cabecera en Franzini cuando jueguen en el clausura, por lo tanto también limita a 2 mil de sus hinchas y solo uno 600 o 700 pueden concurrir.
Las tensas relaciones están claras, los perjudicados, los hinchas.
Aquí el sistema de venta y la distribución del público.
(Por Ernesto Faría)
