Tres de los cinco jueces del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil votaron el martes contra un pedido de habeas corpus preventivo que busca evitar que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sea arrestado para cumplir una condena a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
El fallo sin embargo no será pronunciado hasta que los cinco magistrados hayan votado, pues durante los debates tienen derecho a cambiar de parecer.
El rechazo del habeas corpus preventivo reducirá las posibilidades del exmandatario de 72 años de seguir en libertad si la corte de segunda instancia que lo sentenció deniega los últimos recursos de apelación.
«Deniego» el pedido, dijo el presidente del tribunal, Reynaldo Soares, al unísono con sus dos predecesores durante audiencia que se llevó a cabo en una pequeña sala, con un crucifijo detrás del estrado de los magistrados y una bandera brasileña a un lado.
«La última palabra es siempre del Supremo Tribunal federal (STF, corte suprema)», declaró.
La audiencia del STJ, responsable de la palabra final en litigios que no involucren cuestiones constitucionales, se enfocó en dilucidar si el eventual arresto de Lula sin agotar todas las instancias judiciales viola su presunción de inocencia, como sostiene su defensa.