En la mañana de hoy martes se suicidó Williams Pintos Pinto, el hombre que estaba preso por la muerte de Brissa González, la niña de 12 años asesinada en noviembre del año pasado. Se encontraba recluido en el módulo 11 de Santiago Vázquez a espera del inicio del juicio en unos meses. Fuentes del caso dijeron a El País que el hombre se habría quitado la vida esta mañana en su celda.
Brissa había desaparecido el 22 de noviembre de 2017 y dos días después localizaron su cuerpo en un monte del balneario Las Vegas.
Pintos era taxista y tenía 35 años. En su declaración ante la Justicia en febrero pasado confesó haber matado a la pequeña pero dijo que no recordaba más que el inicio del episodio cuando tomó contacto con la niña en la calle y el final cuando estaba en Las Vegas. «Yo la maté, merezco la pena de muerte, soy un animal», dijo en la sede judicial.
En diciembre el fiscal especializado Juan Gómez había pedido la pena máxima de 45 años. «Sostenemos que la sociedad uruguaya no merece estar expuesta a sujetos cuya conducta estamos analizando. Esa es la pretensión de la Fiscalía», dijo Gómez en ese momento a El País.
Las cámaras de seguridad registraron imágenes de Brissa en el Renault Laguna, color bordeaux de Pintos. Varios testigos señalaron al hombre cerca de la casa de la niña el día que desapareció y otros vieron al auto salir de la ruta Interbalnearia e ingresar en la calle secundaria donde se encontró el cuerpo de la pequeña. En un palo encontrado en el predio la Policía encontró muestras de ADN de Brissa y también del matador.