Tras vetar en tiempo récord la ley que ponía límites al tarifazo, el presidente Mauricio Macri se mostró endurecido hacia el peronismo y trató de pararse en una posición de fortaleza, frente a lo que fue una severa derrota legislativa y al costo político que tiene por delante a causa del veto, y que el Gobierno trata de minimizar.

Desde Cachi, una pequeña ciudad salteña del Valle Calchaquí, Macri ofreció una rueda de prensa en la tarde, donde confirmó que la ley ya había sido desechada. Lo justificó con dureza:acusó al peronismo de aprobar una norma “irresponsablemente”, y que “no puede creer que va a sacar ventaja mintiéndole a la gente sobre que le van a devolver un año y medio de tarifas sin decir de dónde va a salir la plata”.

Fue más lejos: «¿Para qué lo hicieron? ¿Querían hacer una demostración de poder en el peronismo? Ya sabemos que tienen la mayoría en ambas cámaras. Pero no se equivoquen: el poder lo tiene la gente y los argentinos decidieron un cambio”. Desde Salta, la única provincia gobernada por el PJ que votó con Cambiemos en contra de la ley, el Presidente también reiteró que implicaba un costo fiscal de $110 mil millones y que “si hubiese una solución alternativa, el primero en haberla aplicado hubiese sido yo”. “No voy a aflojar, no los voy a abandonar ni a traicionar”, dijo a los argentinos en otro tramo de su mensaje.

Ahora quedan en pie los cuadros tarifarios que según detalló el jefe de la bancada del peronismo federal, Miguel Pichetto, durante el debate, implican en los dos últimos años aumentos de 1.157% para el gas; 371% para la luz; y 484% para el agua, “la más cara del mundo” según el senador rionegrino.

La dureza del Presidente hacia el peronismo es previsible en estas horas y como reacción, en línea de justificar el veto. Pero podría marcar tendencia en una nueva fase de relación ya decididamente conflictiva con el peronismo antes denominado “dialoguista”, en el que se apoyó para sacar leyes clave durante dos años. Y al que necesitará imperiosamente para el Presupuesto 2019, de ajuste para bajar el déficit, de cara a las condiciones del FMI. Entre los senadores del PJ se habló también de “punto de inflexión” a partir del rechazo tajante del Ejecutivo a esta ley, el malestar por las gestiones de la Casa Rosada para quebrar la bancada del PJ y luego del discurso grabado de Macri el lunes sobre las supuestas “locuras” de Cristina Kirchner detrás de las que encolumnó al resto de los senadores del PJ.

A todo esto, a paso lento, la CGT busca cohesión interna para lanzar el paro en protesta contra el veto y el rumbo económico. Al ser desechada por el Ejecutivo, la oposición podría insistir con la ley pero necesitaría dos tercios en cada Cámara para obligar a promulgarla. Cambiemos no tiene mayorías pero sí cómodos tercios como para bloquear cualquier intento.