Pocos uruguayos saben que en Uruguay se encuentra uno de los dos geoparques existentes en Sudamérica, con reconocimiento de la Unesco. El otoño se torna un momento ideal para descubrirlo.
El Geoparque Grutas del Palacio, abarca una superficie total de 3.641 km2, y el ingreso al centro de interpretación está apenas a dos horas de Montevideo. Ingresar en antiguas cavernas, contemplar pinturas rupestres, recorrer bellos paisajes de colinas y cerros, disfrutar de grandes lagos, arroyos y ríos, y admirar una falla geológica de más de un kilómetro de extensión, son sólo algunas de las experiencias que regala este destino ubicado en la región centro sur de Uruguay.
El Geoparque Grutas del Palacio es un destino ampliamente recomendable para quienes busquen experiencias diferentes y estén interesados en áreas temáticas específicas como la geología, la paleontología y la arqueología, además de brindar opciones de turismo aventura, cabalgatas, paseos en bote, pesca recreación, descanso y tranquilidad.
Sus praderas naturales, los grandes lagos situados al norte del departamento, y la Reserva de Flora y Fauna de Trinidad permiten un contacto íntimo y profundo con la naturaleza. Los establecimientos y estancias rurales conservan entrañables y ricas tradiciones, ofreciendo cálidos alojamientos y una excelente gastronomía típica.
¿Qué es el geoturismo?
Geoturismo puede definirse como un turismo que sustenta y mejora la identidad de un territorio, considerando su geología, medio ambiente, cultura, valores estéticos, patrimonio y bienestar de sus residentes Un movimiento que se empodera Los geoparques están en una etapa fermental de América Latina.
A los cuatro geoparques mundiales de la Unesco (Araripe-Brasil, Comarca Minera-México, Mixteca Alta- México y Grutas del Palacio-Uruguay) se suman varios geoparques aspirantes y proyectos en casi todos los países del continente. Estos involucran a gobiernos nacionales, provinciales y locales, fundaciones, empresas, universidades y organizaciones de la sociedad civil; en ellos coexisten las visiones conservacionistas con el interés por el desarrollo territorial, el rescate de las identidades y herencias culturales, las preocupaciones ambientales y de inclusión social.