Se cumplen 45 años de la convocatoria del 9 de julio, cuando los uruguayos concurrieron en defensa de la democracia, la república y sus instituciones, quebradas en la madrugada del 27 de junio de 1973. La avenida 18 de Julio de Montevideo fue copada desde las 5 en punto de la tarde por miles y miles de personas, que fueron reprimidas y muchas detenidas, como ocurriría en los 12 años de dictadura que siguieron.
Sin la participación de los uruguayos de a pie, quedaría en el olvido la convocatoria de algunos partidos políticos, la Central Nacional de Trabajadores, estudiantes y obreros, para caminar todos juntos por la avenida 18 de Julio, desde la plaza Independencia a la plaza Cagancha.
Esa era la sensación que los aún pocos manifestantes a las 16:50 horas encontraron en la calle, cuando la principal avenida montevideana se hacía eco del invierno. “En las esquinas, grupos de silencio, a las cinco de la tarde”, como decía el poema de Federico García Lorca, “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, que Rubén Castillo, desde su programa en Radio Sarandí, no cesaba de recitar, es decir, de convocar.
Pero los pocos transeúntes se transformaron en muchos opositores a la dictadura que coparon 18 de Julio. La marcha inmediatamente multitudinaria no tenía banderas políticas ni otra consigna más que el retorno a la democracia y la república, interrumpida en la madrugada del 27 de junio. Pero, como respuesta, “comenzaron los sones de bordón”. La represión militar y paramilitar empujó, amedrentó y encarceló, signo vivo de los tiempos que transitarían los uruguayos.
La marcha del 9 de Julio de 1973 contra la dictadura, sus principios y valores, continúan en la memoria de los uruguayos. A 45 años de su convocatoria, representa un momento de unidad de los uruguayos a favor de la democracia.