El candidato al que le faltaba un solo voto para ser presidente de AUF dijo: “Uruguay debe plantarse firme, FIFA también tiene miedo”.

“Íbamos a arreglar…íbamos a arreglar”, asegura Eduardo Abulafia, y respalda su suposición argumentando que “yo veo que acá los grupos de interés son de intereses personales, que está bien que los tengan, son legítimos, pero uno iba a trabajar justamente sin ningún interés personal, y con un proyecto que presenté por escrito, no basado en se hace lo que uno quiere, sino en realidades”.

Sentado en su oficina del hotel “Serena” situado en la parada 25 de la playa Mansa, en Punta del Este, el empresario y ex dirigente de fútbol reflexiona que “las cosas se dieron así y las acepto, no tengo nada contra nadie, porque cada uno hizo lo que creyó que era lo mejor”; pero admite que “tenía ilusiones, tenía desafíos y me quedé con una lógica amargura”, para luego conformarse con repetir el dicho del argentino Julio Humberto Grondona, conocido como “El Padrino” por su extensa y unipersonal conducción de la AFA: “Todo pasa…todo pasa”.

Sí, Abulafia también pasó como candidato a la presidencia de la AUF, porque en el marco de una serie de situaciones que el 21 de agosto desembocaron en la decisión de la FIFA de decretar la intervención de la entidad rectora del fútbol uruguayo, no aprobó el test de idoneidad exigido por la Conmebol a los postulantes al cargo.

Sin embargo, más allá de que el dirigente sostenga que “la Conmebol no tiene ninguna autoridad moral para juzgarme”, refiriéndose a que su aplazamiento se debió a embargos que tuvo por una actividad comercial desarrollada hace años, lo que cuenta hoy es que en la elección que se iba a realizar el 31 de julio “yo tenía 11 votos”, asegura Abulafia, para luego aseverar que “en la segunda vuelta iba a tener el voto que faltaba”.

Es que aquel día la Asamblea de Clubes pasó a cuarto intermedio por la llegada de una nota de la FIFA que fijó el plazo del 2 de diciembre para que las instituciones aprobaran el nuevo Estatuto de la AUF ajustado al formato universal exigido por la primera, bajo el apercibimiento de desafiliación de esta última; y, mientras hoy el Comité de Regularización y los clubes siguen trabajando contra reloj para consensuar los 85 artículos del referido cuerpo normativo, de los cuales aún resta acordar más de treinta, de aquí a la temida fecha no falta prácticamente nada.

Por eso “La Oral Deportiva” fue a buscar a quien estuvo a sólo un voto de la presidencia de la AUF, para plantearle qué hubiera hecho en estas circunstancias, en caso de haber estado en el cargo. “Mi proyecto era justamente para transformar el fútbol uruguayo, contemplando todas las exigencias de FIFA, incluso la de ‘aggiornar’ el Estatuto de la AUF, de acuerdo a sus requerimientos básicos; me asesoré con gente idónea, y tenía todo previsto para que se instrumentaran los cambios que se venían solicitando”, dijo Abulafia.

“Yo comparto muchos de esos cambios que exige FIFA”, advirtió el empresario, pero precisó que “comparto el espíritu de los cambios, no la forma en la que los están queriendo llevar adelante”.

En tal sentido, el ex dirigente indicó que “por ese motivo, yo pedí que en caso de acceder a la presidencia de la AUF me dieran tres meses para llegar a un consenso”, y agregó que “yo estaba seguro que, con un diálogo abierto, lo íbamos a lograr, porque parto de la buena fe de todos los involucrados; estoy convencido que tanto los que están de un lado como los que están del otro, quieren lo mejor para el fútbol uruguayo”.

Según Abulafia, su llave diferencial para destrabar el trancazo que vive el fútbol uruguayo, hubiera sido el realismo para moverse en el actual escenario: “Acá hay una confusión muy grande en un tema que no se puede esconder ni obviar más, que es el tema de la televisión”, dijo; y enfatizó: “Liderados por el Sr. Lugano, que tendrá sus razones, los jugadores no quieren a Tenfield, y el Sr. (Alejandro) Domínguez, presidente de la Conmebol, no quiere a (Francisco) Casal, eso está muy claro”.

En ese plano, el empresario hotelero sostuvo que “el tema de la televisión es una de las patas de la mesa, porque evidentemente, y por lo que marca un contrato vigente, Tenfield es un actor importante dentro de la estructura del fútbol uruguayo”.

De acuerdo a esa visión, Abulafia reveló “nosotros teníamos varias fórmulas, y estábamos trabajando en eso: en consenso con Tenfield, con los clubes y con todas las partes involucradas; una de las soluciones era respetar los legítimos derechos de la empresa, pero viendo si se podía generar una asociación público privada para pasar los derechos (de TV) a la AUF, en acuerdo con Tenfield, cosa que yo había empezado a hablar, para generar una sociedad que potenciara el fútbol local; pero todo eso en un consenso, no en la rispidez, participando todos…los futbolistas, los entrenadores y los árbitros”.

“Ellos pensaron que yo era un operador de Tenfield y no es así, todos lo saben, pero quedó claro que los grupos de interés incidieron mucho a través de Conmebol para que el 31 de julio no hubiera elección, porque mi presencia como presidente de la AUF les molestaba”, señaló el ex candidato, quien reflexionó que “igual, para buscar una solución como la que yo proponía, era más viable a través mío, que tengo diálogo con la empresa, que por medio de los que están enfrentados”.

Abulafia recuerda que en el marco de esa búsqueda, “me reuní varias veces con el ministro (Danilo) Astori, y hablé por la creación de un fondo de inversión, una especie de banco para generarle recursos al fútbol uruguayo”; pero no ve el futuro con optimismo en el actual escenario: “Ahora hay una ley que va a votar el Parlamento sobre los derechos de imagen, y evidentemente habrá que generar más recursos, porque si sigue entrando el mismo dinero y todavía hay que sacar para pagar un legítimo derecho que tienen los protagonistas del espectáculo, la torta se hace cada día más chica; si aparecen más actores para repartir, va a ser más complicado”.

Respecto al tema jurídico de la aprobación del nuevo Estatuto, y poniéndose por un instante en el cargo al cual sólo le faltaba un voto para llegar, el ex candidato a la presidencia de la AUF apuntó: “Soy un hombre de diálogo y creo que todos tienen que estar conformes con lo que se lleve adelante, hay que buscar consensos, pero también soy un hombre de principios, y por eso no aprobaría nada hasta que no salga el fallo del TAS, porque aquí se están diciendo cosas que no se ajustan a la realidad, se presiona en forma desmedida a los clubes, se está amenazando, y no se puede vivir bajo amenazas”.

“La FIFA tiene 211 federaciones afiliadas, ¿y en cuántas se aprobó el nuevo Estatuto?”, se preguntó Abulafia; y agregó: “Si en Paraguay, país donde está la Conmebol, los grupos de interés no participan en el Congreso, y si en Argentina tienen un solo voto en 46, ¿por qué acá no se acepta el Estatuto que presentan los clubes, más allá de que se pueda estar o no de acuerdo en los porcentajes?”

El ex dirigente no desconoce que detrás de la urgencia por cumplir con la exigencia de FIFA hay un aspecto económico, pues los clubes podrían quedar afuera de las copas continentales; pero afirmó a “La Oral Deportiva” en forma tajante: “Uruguay se debe plantar firme, no hay que tener miedo a que se venga la noche, la FIFA también está muy preocupada, porque tiene miedo que el fallo del TAS salga favorable a los clubes y quede pegada; si tienen tan claro que esto es como ellos piden, y tan transparente, ¿por qué se opusieron a un juicio abreviado?”

Por último, tras advertir que “yo estoy afuera del fútbol y no voy a volver más”, como reciente ex candidato a la presidencia de la AUF, Abulafia sentenció: “Ahora estamos con una Comisión Regularizadora integrada por personas muy correctas, pero que no es más que un golpe de Estado en el fútbol; así que por eso ojalá se logre un consenso, pero si el fútbol uruguayo acepta todas las condiciones que le están imponiendo, seguramente va a estar peor, cada vez más complicado”.

 

(Por Jorge Savia – La Oral Deportiva)