“Acá no termina nada, al contrario”, advirtió Pedro Bordaberry un rato después que fuera aprobado por unanimidad el nuevo Estatuto de la AUF, exigido por la FIFA, que llevó a que los clubes discutieran y negociaran hasta el final, en el marco de un debate que duró años.
(Por Jorge Sabia – La Oral Deportiva)
“Esto es como una oportunidad para refundar el fútbol uruguayo”, reflexionó por su parte Luis Bruno, un dirigente con una visión especial, o quizá algo más amplia que la de sus pares, no por fruto de las circunstancias: antes fue directivo de Nacional, un club grande, y ahora es gerente del Torque, un cuadro chico que es subsidiario del poderoso Manchester City, desde donde incluso lo han mantenido asesorado -con óptica de primer mundo, claro- acerca del espinoso tema que la Asamblea de Clubes discutió tanto.
De modo que, enfoques personales aparte, la realidad indica que la aprobación del modelo de Estatuto exigido por la FIFA representa una verdadera revolución para la organización política del fútbol uruguayo; y, como toda revolución, no sólo provoca un corte con el pasado: también abre un horizonte distinto, desconocido, de cara al futuro que, por la sola novedad de que hay que empezar a transitarlo, despierta interrogantes. ¿Por dónde saldrá el sol ahora? Y… ¿sale?
En tal sentido, Bruno dijo a ECOS que “lo más destacable de todo esto (la aprobación del Estatuto) es que el fútbol uruguayo sigue funcionando, aunque haya sido de algo a lo que estuvimos acostumbrados y ya estábamos olvidados: en el Repechaje”; pero enseguida señaló: “Creo que debemos aprovechar esta oportunidad para que nuestro fútbol crezca, y eso va a depender mucho de la responsabilidad que mostramos los dirigentes en las últimas 48 horas, y que deberíamos tener los 365 días del año”.
Analítico, el gerente de Torque consideró que “es justo que la integración de estamentos haga que no sólo el fútbol profesional tenga presencia en la AUF”, pero agregó que “me alegra que OFI sepa ahora de adentro cuál es la realidad que vive el fútbol profesional, como me alegra que el fútbol profesional sepa la realidad que vive OFI, y que los jugadores también conozcan la realidad del fútbol desde adentro, pero afuera de la cancha”.
Respecto al enfoque que tuvieron sus superiores a nivel del Manchester City, el también delegado de Torque ante la AUF reveló a este portal que “ellos me hicieron mucho hincapié en la necesidad de crear una Liga Nacional, pero una verdadera Liga Nacional, no pueden ser 30 cuadros profesionales con 5 del interior; así que habrá que ponerle ingenio para crecer desde ahí, en ese plano”.
Bruno, sin embargo, apuntó que “hay un aspecto fundamental: si no hay un crecimiento de los ingresos para el fútbol local, parece muy difícil que se pueda lograr nada; esa es la clave”.
Desde una vereda diferente -y casi opuesta- a la de Bruno en el contexto de las dos por las que transitó el largo debate por la aprobación del nuevo Estatuto, porque Cerro Largo F.C. formó parte del grupo de clubes que recurrieron al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), Ernesto Dehl -presidente y delegado del club arachán ante la AUF- reconoció que “sin lugar a dudas, en cuanto a los porcentajes de representación que tendrá cada uno en el Congreso, no estamos conformes”; pero consideró que “había que tener concesiones recíprocas, y así fue porque se aplicó el sentido común, y se aceptaron algunos puntos fundamentales que desde el grupo del G10 veníamos pregonando”.
Dehl avizoró que “esto va a ser un cambio radical, porque se va a crear la Liga Profesional fuera del ámbito de la AUF”, y dijo: “Bienvenidos también los grupos de interés si vienen a aportar para mejorar el fútbol uruguayo”.
El dirigente, igualmente, consideró que “éste es el proyecto menos malo”, y enfatizó al respecto que “no creo que sea un modelo que se adapte a la realidad del fútbol uruguayo”.
Dehl explicó que “se crea un Congreso muy grande, donde hay intereses totalmente distintos”, pero abrió una puerta de expectativa positiva al decir: “Vamos a ver qué sucede, tiempo al tiempo, teniendo cada uno la mayor flexibilidad posible para convivir, que va a ser lo más difícil al principio; después, unos y otros nos vamos a ir adaptando”.
“A mí lo que me preocupa”, remarcó el dirigente, “es que acá se crean muchos derechos y pocas obligaciones”, explicando al respecto que “el sustento del presupuesto de la AUF lo seguimos teniendo los clubes, porque nadie más hace aportes, los únicos aportes vienen de las instituciones…esta luz (señaló al techo) la pagan los clubes; entonces, bueno…vamos a pedir una colaboración, y en eso creo que es el momento de pedir una colaboración a los nuevos actores (OFI, jugadores, árbitros, entrenadores), ya que son parte de este proyecto que hemos aprobado”.
Dehl enfatizó: “Ellos querían integrarse a la AUF y es importante, ahora vamos a ver qué contraprestación hay por esa integración que es algo justo, porque la AUF es algo muy grande y tiene un peso muy importante, pero solamente los clubes profesionales con el dinero nuestro somos los que la sustentamos; así que, ahora que estamos todos juntos, llegó la hora de ingrese plata de otros a la AUF para sustentar en parte, al menos, algo que es muy pesado”.
Ante esa realidad, el dirigente que también fue integrante del Consejo Ejecutivo de la AUF presidido por Sebastián Bauzá en la época del Mundial de Sudáfrica, anunció que los clubes del G10 “vamos a pedir en forma urgente la colaboración de quienes formaron la Liga argentina y la Liga Española”, porque “la idea es crear la Liga Profesional de Uruguay cuanto antes; con este Estatuto, después de la habilitación del Ministerio de Educación y Cultura, vamos a estar habilitados para crearla”.
Dehl apuntó que “ahí sí va a haber un cambio radical, con la Liga Profesional va a haber un antes y un después en el fútbol uruguayo; porque, con este Estatuto, el Congreso va a ser muy pesado para la AUF, porque los únicos ingresos para la AUF van a ser los de la selección, así que esperemos que a la selección le vaya siempre bien, porque sustentar esto cuando los clubes profesionales no estén dentro de la estructura política de la AUF, pues estarán dentro de la Liga Profesional, va a ser muy, pero muy difícil”, dijo el dirigente, explicando que “ahí los derechos de los clubes (por ejemplo, de la TV) serán para los clubes y los derechos de la selección para la asociación”.
Este último tema de los recursos que la selección le genera a los clubes, estaba muy fresco en la noche del viernes en la AUF cuando se aprobó el nuevo Estatuto, porque precisamente por esas horas había ingresado el dinero proveniente de la participación de Uruguay en el Mundial de Rusia.
En tal sentido, de 14.000.000 de dólares, 7.000.000 van para el pago de premios de técnicos y jugadores, mientras que a los clubes les corresponde el líquido que queda -no el bruto- de los US$ 7.000.000 restantes, después de descontar todos los gastos que tuvo la AUF por la participación de la selección en el Mundial; lo que hará que cada institución de Primera División vaya a recibir una suma no mayor a los 120.000 dólares.
Este fue uno de los factores, al fin y al cabo, que estuvo en las raíces ocultas del debate de la aprobación del nuevo Estatuto durante al menos un par de años.
En la Asamblea de Clubes, sobre un total de 19 votos, pues a los 16 de los clubes de Primera División se suman uno de la “B”, y los de la “C” y la OFI, que en los dos últimos casos son convocados para el tratamiento de los temas más importantes, los clubes profesionales (“A” y “B”), tienen una representación que llega al 89,99%; llegan al 99,99% si se considera que, en la práctica, la “C” es amateur pero no es tan afín a OFI, el Fútbol Femenino y el Fútbol Sala como a las instituciones profesionales.
En el futuro Congreso, que sustituirá a la Asamblea, sobre un total de 76 votos, en cambio, los clubes profesionales -con 46 votos- verán recortada su representación al 60%, tope que reclamaba FIFA para esas entidades; y si se le suman los 6 votos de la “C”, su cuota llegará al 68,42% en la práctica.
Esa pérdida de poder, originó por contrapartida que en el nuevo Estatuto se abriera la puerta para la creación de la Liga Profesional, un ente con personería jurídica propia, independiente de la AUF, que -por ejemplo- será el que tendrá soberanía absoluta para decidir acerca de la comercialización de los productos del fútbol local; entre ellos, obvio, los derechos de televisión, que ha sido uno de los aspectos más cuestionados por dos de los sectores que forman parte de los denominados grupos de interés: los jugadores y los árbitros.
Quedarán fuera del alcance recaudador de la Liga Profesional aquellos recursos que genere la selección; pero por 130.000 dólares per cápita para cada club, y cada cuatro años, la mayoría de ellos parece no hacerse mala sangre.
Por eso desde el G10 se escuchan voces que dicen que la Liga Profesional ya estará en vigencia para 2019; y que expresan alivio porque de ahora en más será la AUF la que se hará cargo de los gastos generados por el funcionamiento de las selecciones nacionales, aun que el reparto de sus ganancias no llegue más a los clubes, porque el nuevo Estatuto establece que “serán destinadas a mejorar la infraestructura deportiva”.
Como dijo Ernesto Dehl a ECOS: “Y…bueno, eso beneficiará a todo el fútbol uruguayo”.