El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Marcos Carámbula, y el director del Instituto Nacional del Cáncer (INCA), Álvaro Luongo, encabezaron la presentación del nuevo tomógrafo del instituto, en un acto realizado en su sede este lunes 10. Se trata de un equipamiento de última generación de 16 líneas de corte.
Luongo aseguró que este equipo era una necesidad imperiosa del instituto, ya que el anterior instrumental cuenta con varios años de funcionamiento. “En su momento, había sido donado para apoyo a radioterapia, para planificación y no para imagenología, por lo que se intentó adaptar. Este nuevo tomógrafo nos pone al día. Tiene todo el software necesario para enviar imágenes”, explicó el titular del INCA, porque integrará la Red de Diagnóstico por Imagen (RIDI). “Será parte de ese nodo imagenológico que está haciendo el INCA”, especificó.
El tomógrafo permitirá al instituto la incorporación de nuevas prestaciones, como, por ejemplo, las biopsias o punciones guiadas por este tipo de instrumental. Además, el organismo dispondrá de horas de servicio para los usuarios del prestador público de servicios de salud. Los casos que hasta ayer eran derivados a centros privados, a partir de hoy serán recibidos por el INCA. De esta forma, se logra la independencia de ASSE”, añadió.
Basso recordó que la patología oncológica es cada vez más importante en todo el mundo y en algunos tramos de edad es la principal causa de muerte, sobre todo en varones. En este contexto, destacó el esfuerzo por la mejora en imagenología y capacidad de resolución de los servicios, que potencian todas las redes integradas a través de corredores asistenciales, y el incremento de la accesibilidad a la mayor cantidad de usuarios. Además, subrayó el rol de referencia nacional e internacional que tiene el instituto.
Carámbula entiende que, con este tomógrafo, se avanza en diagnóstico precoz y eficiencia en los tratamientos oncológicos. Explicó que la mayor parte de la inversión (400.000 dólares) fue donada por una usuaria de Las Piedras y el resto lo brindó ASSE, en especial la instalación del equipamiento.
El INCA registra unas 1.800 primeras consultas por año y miles de reconsultas cada mes. El centro cuenta con una oficina de enlace que permite dar un tratamiento personalizado a cada uno de los pacientes oncológicos y comenzó con la preparación de drogas que luego distribuye a todo el sur del río Negro.