Los Premios Graffiti a la Música Uruguaya tendrán su 17ª edición el 31 de julio en la Sala Zitarrosa y el 27 de agosto en el Auditorio Nacional del Sodre, según informó -en carácter de primicia en Creer o Reventar- su creador y productor Miguel Olivencia. Hasta el próximo 2 de abril están abiertas las inscripciones para artistas que deseen presentar sus trabajos. Este viernes, Olivencia comentó en 970 AM Radio Universal los detalles acerca de una nueva edición, cambios que se han planificado y nuevos desafíos.
La fundación de los Premios Graffiti ocurrió en el año 2003, con el objetivo de premiar al Rock uruguayo. Con el paso de los años, se transformaron en el premio más representativo de la música nacional, por lo cual se convierten en “Los Premios a la Música Uruguaya”, integrando a todos los géneros musicales, de los cuales premia cada año su producción discográfica.
Su creador y productor recuerda que la primera edición se desarrolló con 18 discos que fueron enviados por parte de -en ese momento- específicamente bandas de rock. Años más adelante, los premios tomaron trascendencia y llegaba el reclamo de artistas fuera del género del rock que cuestionaban por qué no podían presentarse. Las circunstancias hicieron que se fuera desplegando e incluyendo a otros estilos musicales; en la edición 2018 participaron 256 discos de artistas nacionales, ante 18 del año 2003.
Son 28 las categorías premiadas; tres de ellas (Artista del año, Álbum del año y Tema del año) son elegidas especialmente por voto popular a través de Internet. Además, se destaca el Premio Graffiti a la trayectoria que ha sido entregado a músicos como Jaime Roos, Fattoruso, Gabriel Peluffo y Gustavo Parodi, Gastón Ciarlo, Ruben Rada, Larbanois & Carrero, Fernando Cabrera, Los Olimareños, entre otros. Los Graffiti “son una herramienta de márketing que cada artista puede utilizar como crea conveniente. Hoy son una marca de los premios uruguayos”, dijo Olivencia.
La primera edición, en el año 2003, contó con la participación voluntaria de once jurados; hoy hay 70 en todo el país, en los que se destacan periodistas, productores, historiadores, músicos, etc. Se ha aumentado la cantidad de integrantes en este aspecto, con ánimos de dar mayor “fidelidad y transparencia” a la actividad, según detalló Olivencia. Resaltó que no existen gratificaciones económicas y que cada jurado es honorario. Incluso la inscripción para artistas es gratuita. Las votaciones son de carácter independiente y anónimo, cada uno de sus integrantes envía su voto a través de Internet, excepto la categoría dedicada al diseño y arte y el premio a la trayectoria. En estos dos casos cada jurado vota de forma presencial y debe justificar su decisión, según explicó Olivencia.
A modo de primicia, dijo en Creer o Reventar que en los dos meses previos a la ceremonia del 31 de julio se difundirá en redes sociales el concurso “Mi primer Graffiti”. Su objetivo es que artistas nacionales -cualesquiera sea el género en el cual se identifiquen- envíen videos con su producto musical para que sea evaluado por el público y los más de 70 jurados. “Mi primer Graffiti” será elegido por el voto popular. Quien obtenga el primer premio tendrá la oportunidad de presentarse en vivo en el escenario de la Sala Zitarrosa y llevarse el reconocimiento correspondiente como ocurre con cada artista premiado.
Consultado acerca de críticas que llegaron en ocasiones anteriores acerca de la cantidad de premios que obtuvieron artistas femeninas, su creador aclaró que los premios “son el espejo de lo que pasó en la producción musical del año anterior”. En años anteriores “la producción musical fue notoriamente machista”. Agrega que al momento de elegir quienes se verán favorecidos “no importa el sexo, sino la calidad del disco” que el artista haya presentado.
Señaló que desde 2003 hasta ahora, la banda que resultó con la mayor cantidad de premios fue El Cuarteto de Nos; no obstante, la que mayor cantidad de nominaciones tuvo durante estos años es La Vela Puerca. Sin embargo, “el ser famoso o ser desconocido no juega ni a favor ni en contra. Los jurados son una suma de setenta subjetividades”, agrega.
INSCRIPCIONES EDICIÓN 2019
Se pueden inscribir todas las ediciones discográficas de artistas uruguayos o artistas radicados en el país, en formato físico o digital, editados entre el 1° de enero y el 31 de diciembre del año 2018. Esto incluye CDs, discos de vinilo, DVDs, videos de larga duración, videoclips y libros sobre música uruguaya. Los videoclips se pueden presentar independientemente de la edición discográfica del disco a que pertenezcan las canciones, pudiendo ser esta edición anterior o posterior.
Por otra parte, los videos de larga duración deben tener como mínimo 10 minutos, sin importar el formato o plataforma de emisión. Los trabajos que participen del evento deben ser presentados por el sello discográfico editor, el productor, representante o por el mismo artista, así como por los autores, editoriales o editores en caso de ser libros. Las inscripciones se deben realizar vía internet en el sitio www.premiosgraffiti.com.uy/inscripcion, llenando el formulario de inscripción electrónico y luego se deben entregar en la oficina de Producción, ubicada en calle Uruguay 1120 (oficina 402). Debe ser en el horario de 11:00 a 18:00 horas, de lunes a viernes. Entregar, por lo menos, dos discos en formato físico, o los materiales correspondientes.
FINANCIACIÓN
En la actualidad, los Premios Graffiti a la Música Uruguaya se financian con el aporte de sponsors. La entrada para el público en general es gratuita, aunque mayoritariamente se convoca por invitación. Se procede a través de este método fundamentalmente debido a limitaciones en la capacidad edilicia del lugar. Aún así, el espectáculo -en sus dos etapas- es transmitido en vivo por televisión y emisoras de radio; “buscamos que tenga la mayor difusión posible”, puntualiza Miguel Olivencia.
Acerca de la ceremonia, indicó que se busca mantener un alto nivel de producción para lograr un producto de calidad. Para la última edición trabajaron 117 personas durante tres meses. En la actualidad, el costo promedio por año, según detalló en Creer o Reventar, es de 50.000 dólares.
(Fotos y texto por Nahuel Marichal)
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