La Fiscalía de Artigas pidió el procesamiento de 10 oficiales de la Jefatura del departamento por los delitos de peculado, fraude, contrabando, abuso de funciones y falsificación de documento público.

(Foto: artigasnoticias.com)

Ante esto, Fuentes Confiables entrevistó a la fiscal Mariela Núñez, para que explique el caso que existe desde el año 2010.

«Lo que hice fue des archivar y sacarle la telaraña a una investigación que fue demorada. Luego me vine y lo continuó la fiscal Dean quien pidió el procesamiento de los oficiales», comentó.

«Habían muchas operaciones delictivas. Otras violatorias del TOCAF. Estaban en libros contables rubricadas por un escribano público. Hasta la fecha que llegué a Artigas, los indagados solo habían sido citados como testigos. Eso cambió», señaló la fiscal.

«Muchos jueces se excusaron por no querer investigar a la policía. Una jueza me dijo ‘la prueba rompe los ojos’. Se fijó una audiencia pero la jueza la suspendió. Yo le dije: ‘Ya lo se. Te presionaron’, pero ella lo negó», contó Núñez.

Expresó que «los abogados de los policías presentaron una denuncia en mi contra». Además afrimó que «la Fiscalía ahora, un año después, logró presentar el pedido de procesamiento. Se cumplió. No importa quien lo haya empezado».

Núñez contó que «la sociedad de Artigas está feliz. He recibido innumerables llamados. Eso me reconforta que la gente vuelva a creer». «Estoy feliz porque se reconozca a la policía que trabaja bien», agregó.

Informó que en su momento, «policías que fueron sancionados y detenidos injustamente por no estar de acuerdo con este comando que estuvo 11 años en el poder».

La fiscal aseguró que recibió presiones por parte de los involucrados: «Indirectas por ejemplo: ‘para que vas a retomar este caso'», y contó que recibió amenazas como ‘vas a amanecer en una zanja’.

«Acá la impunidad es muy grande», comentó. «Fui al cajero y los cuida coches me decían ‘lindo autito, le van a poner una bomba'», contó, y siguió remarcando «sufrí miedo».

Núñez indicó que de «los jueces que pasaron por Artigas, muchos se abstuvieron», por no sobreponerse a las presiones, e indicó que «uno de los mayores implicados es el hermano de la actuaria titular del juzgado».

Además detalló que «a los dos o 3 tres días mi salud colapsó. Me desmayé en la Fiscalía y me desperté en el sanatorio. Me dieron licencia médica, aunque quería terminar el caso».

La fiscal indicó que «cuando denuncié amenazas me dijeron que iban a poner una custodia», y agregó que «si realmente me querían matar lo hubieran hecho. Se ve que solo querían asustarme».

Núñez remarcó que le «impactó la respuesta del ex Jefe de Policía con voz soberbia y golpeando el escritorio: ‘Esto no es delito. Se hace desde la época de Lecueder’ (…) Me quería convencer que estaba bien lo que hacían. ‘Acá siempre se hizo así y nunca tuvimos problemas’, me decía».

La fiscal afirmó que al ser cuestionados, «los policías no negaron nada. Muchos colaboraron. Avergonzados decían: ‘cumplíamos órdenes'».

En cuanto a lo ‘recaudado’ tras los delitos, comentó que «realmente no podemos estimar a cuanto ascendió». Asimismo indicó que hacían «arrendamientos de campo, carnicerías se transformaron en negocios. Se vendieron maquinarias», y aseguró que «hay amoblamientos completos en la casa de los jerarcas comprados en Brasil».

Además afirmó que jefaturas o comisarías hacían «gastos en barracas que eran desorbitantes los montos que uno veía. No tengo idea del monto. Fue una maniobra de muchísimos años».

«Fuimos denunciadas en la interna del Juzgado y Fiscalía de Artigas. También la jueza Duter. Las 2 fuimos trasladados. Vinieron otros jueces que sea abstuvieron y la Dra. Dean no se abstuvo y estudió el caso y llegó a la misma conclusión que yo», relató Núñez.

La fiscal aseguró que «cuando a mi me trasladan lo hacen luego de la licencia médica que me dio la psiquiatra de Artigas por mi ataque de pánico. Amigos entendían que mi vida corría peligro. El traslado fue por un tema de salud».

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