Informe Giuliana Perdomo:

El trabajo es muy dinámico y no se puede medir el número de casos por día, generalmente provienen de la zona III y IV. Esto hace que se retrasen casos de homicidio culposo que quedan pendientes de resolución por falta de tiempo y personal.

La mañana en la oficina de homicidios comienza con más de una decena de carpetas sobre los escritorios. Mediante un mate o un café se comienza a trabajar administrativamente en los casos del día. A la vista se observan los manuales del nuevo Código del Proceso Penal y una pizarra donde mes a mes se destacan los casos más prioritarios.

Cuando ocurren hechos inesperados y hay audiencias de por medio, el fiscal titular, Juan Gómez, puede salir de sala y queda trabajando su equipo (tiene buen respaldo). En audiencias del Poder Judicial debe tener el teléfono apagado, por este motivo solicita que las audiencias se fijen contra turno.

Particularmente Gómez trabaja sin agenda, recibiendo a familiares que llegan al edificio para hablar de casos puntuales, sin previo aviso. Según informó a Fuentes Confiables su agenda está disponible para quien se registra y espera ser atendido. En este tipo de reuniones entablan un dialogo más distendido y eso es beneficioso para la investigación.

Estos encuentros son muy importantes porque las personas se sienten protegidas y dan a conocer información que en el momento que ocurren los hechos no lo pueden hacer, ya sea por temor o porque el primer encuentro con el fiscal no es el mejor.

Cuando se distribuye el trabajo en homicidios, un equipo está en audiencia, otro preparando demandas acusatorias, otro tomando declaraciones y otro dictando la formalización. En el caso de Gómez tiene turnos cada 15 días (antes tenía cada 82), del 1ro al 15 y posteriormente del 16 al 30 se encarga la Dra. Morales.

En el caso de fiscales especializados trabajan de lunes a viernes con horarios reducidos de 10 a 18 horas. El resto del tiempo lo cubre el fiscal de turno de flagrancia en la zona. La ventaja es que hay 4 fiscales de turno en flagrancia 1 por cada zona.

En el edificio de la calle Cerrito funcionan 16 fiscalías de flagrancia, 6 especializadas (droga, delitos complejos, homicidios), 3 de adolescentes. En total son 29. Generalmente cuentan con el fiscal titular, el adjunto y el adscripto. Los especializados cuentan con más gente por el volumen de trabajo, igual sigue siendo escaso el personal.

Al momento de ingresar al edificio hay que dejar las pertenencias para pasar por un escáner y posteriormente ser revisados los objetos. Para anunciarse hay que ingresar con la cedula y te habilitan pasar a la sala de espera (pequeña) donde convivís con personas que están a punto de ingresar a dar testimonio y que son custodiadas por policías.

Un joven posiblemente menor de edad (vestimenta deportiva y gorro en la mano), acompañado por un familiar (padre), estaba siendo custodiado por un efectivo. Generó una situación incómoda al “torear” constantemente al funcionario, al ver que estaba desarmado. “Ahora estas desarmado no podes hacer nada”, el efectivo le mostró los puños cerrados y con picardía sonrió. De manera informal los funcionarios comentaron que este tipo de hechos ocurren de forma reiterada, por lo que siempre tienen que mantenerse con una actitud neutral.

En la sala de espera no se puede utilizar teléfono celular, hay carteleria que lo indica. Además cuenta con un guardia de seguridad fijo que todo el tiempo observaba los movimientos de los presentes. También hay personal de limpieza trabajando para que todo esté en orden más allá de que el edificio es nuevo y se mantiene en buenas condiciones.