Víctor Fresnedoso, conocido como “El Convento”, estuvo junto a Juan Pedro Ribas en su columna de historias de vidas en Fuentes Confiables.
Nacido en un conventillo de la calle Sierra, de padre pegador y alcohólico, se instaló en el barrio Borro y se dedico a la pelea, a la droga y al robo.
Desde los seis años fue ingresado al INAU y así paso de Instituto de Detención a las Cárceles y de Cárcel en Cárcel. Estuvo recluido en un Establecimiento en Brasil donde vio matar por un plato de Feijoada.
A los 41 años se acerco al «Manzana» y le dijo «quiero trabajar, no quiero más esto”, y recibió su respuesta: «Tenes que cambiar el alma porque conseguís un trabajo te drogas y después querés más y vas a robar; te voy a presentar a Juan Pedro”.
Ribas le dijo: “Te vamos a conseguir con otros muchachos un trabajo en el Correo, pero si te portas mal les arruinas a todos los demás”. Los jóvenes que entraron junto a él, fueron claudicando.
Convento se convirtió en un funcionario cumplidor y hoy está a punto de jubilarse, lleva casi 20 años en la Institución.