Alejandro Giménez, columnista de historia de De taquito a la mañana, de cara a las elecciones siguió con su ciclo sobre la historia política uruguaya. En esta oportunidad, Giménez habló de los extravagantes, raros y outsiders de nuestra política en la historia.
¿El primer outsider? Domingo Tortorelli. “Las propuestas de Tortorelli en los años 40: La señora llegó a acompañarlo en su lista de fórmula, era maestra y hacía discursos y se decía que era la que financiaba la campaña porque venía de una familia acomodada”, dijo Giménez.
“Lo más desopilante era que se hacía llamar ‘El salvador de la patria’, entre otras frases. Hay una foto de 18 y Juan Paullier utilizando el balcón de su casa como estrado”.
Otro outsider fue Benito Nardone. «Anarquista en su juventud, periodista y luego se lanza desde la radio a la política”, dijo. «Con su prédica ruralista conquistó mucho» en los ’50.
“Empieza a llegar a la clase media baja del campo gracias a la radio con la ayuda de la radio Spika, que explica en gran manera el fenómeno de Nardone”, agregó.
“Hacía Cabildos Abiertos, él se llamaba artiguista, se le vinculaba con el fascismo, gran anti-comunista, hace una alianza en 1956 con Herrera, y termina como segundo de ese sistema, saltando a una responsabilidad de gobierno”, dijo.
El tercer outsider de Giménez fue Pinchinatti en los ’80. “En 18 de Julio empezó a hablar en un cajoncito en la Plaza de los Treinta y Tres. Y lo más increíble llega cuando llena el Palacio Peñarol, con un acto gratuito”, dijo.
“Prometía que el auto presidencial se iba a usar como ómnibus cuando hubiera paro. Eran todas cosas disparatadas y con gran humor”, agregó. “Hasta que un día Espalter se sacó el bigote y avisó que no existía el candidato Pinchinatti y dijo que no pusieran la papeleta en la urna, pero la gente lo votó igual”, concluyó Giménez.