Antonio Ladra, en su columna de actualidad “Lugar a dudas” en Fuentes Confiables, analizó la repercusión de las declaraciones del candidato colorado y su equipo económico.  

Ernesto Talvi tiene preocupados a varios, por lo menos a tres formaciones: al Partido Nacional, al Frente Amplio y al Partido Independiente, cuando se lo ve que claramente va por los votos de centro, los del Partido Independiente y los de astoristas enojados y amenaza a los blancos por el segundo lugar.

Talvi busca ese centro cuando pone el acento en que ‘nuestro petróleo es el campo’, cuando critica a Juan Sartori y por ese lado al Partido Nacional. Según el análisis del politólogo Adolfo Garcé va por las bancas obtenidas hace cinco años por Larrañaga. Y con los blancos, Talvi se acerca hasta casi un empate, según la reciente encuesta de RADAR.

Son muchas las señales de ese viaje al centro de Talvi, una de ellas, quizás la más notoria desde el punto de vista político, fue cuando el senador Pedro Bordaberry intentó presentar una tercera lista al Senado apoyando la fórmula presidencial de Ernesto Talvi y Robert Silva. Pero tanto el candidato presidencial como el expresidente Julio María Sanguinetti le pidieron que no lo hiciera.

 ¿Y por qué Talvi no quiere que se sume Bordaberry ahora? Claramente su proyecto de partido es un proyecto que se corre al centro. Tiene que dar credibilidad de que es un Partido Colorado nuevo, que tiene una historia batllista, sí, pero que está alejado de la derecha más dura que podría encarnar Bordaberry. Talvi necesita disputar votos de centro y de centro izquierda, buscando convocar a los descontentos frenteamplistas.

Cuando nadie daba un penique por el Partido Colorado, salió Julio Sanguinetti a recorrer los cantones colorados y le dio nuevos bríos a la vieja colectividad, pero la sorpresa fue Talvi, mirado de reojo, incluso con cierta displicencia, ahora se ha convertido en una suerte de objetivo de muchos, principalmente desde el Frente Amplio.

Es que en el entorno de Daniel Martínez se manejan encuestas donde Luis Lacalle Pou aparece como un rival más accesible de cara a una casi segura segunda vuelta en noviembre.

Pero ahora todo cambió y Talvi comenzó a ser analizado con preocupación en el Frente Amplio porque, además, en esas encuestas se señala que el colorado no es tan accesible para el frenteamplista.

Es por eso que ahora Talvi se ha convertido en una especie de tiro al pato de parte de la dirigencia frenteamplista. Abrió el fuego Mario Bergara.

En una charla organizada por el Partido por la Victoria del Pueblo en el comité Por la Vuelta Bergara dijo que Talvi ingresó «por la ventana» al Banco Central del Uruguay a comienzos de la década del 90, a pesar de que en esa época dicho organismo «no era un lugar donde el sistema político metía gente de manera indiscriminada».

«Hacía muchos años que la gente esencialmente entraba por concurso, no fue el caso de Talvi, que entró en una gerencia muy alta en el BCU porque Ramón Díaz lo puso cuando era presidente», dijo Bergara, en un video difundido por el periodista Leonardo Sarro.

El ex presidente del BCU recordó que mientras Talvi manejó la política monetaria desde ese banco «la inflación nunca bajó de 45%».

«Ahora cuando se quejan de que en lugar de 7% es un 8% , hay que recordar esas cosas», expresó el ex ministro de Economía y Finanzas.

Después de Bergara fue Astori quien cuestionó las declaraciones de Ana Inés Zerbino, asesora de Talvi. Afirmó que las consecuencias de un mercado sin regulación son negativas según la experiencia mundial.

Y ahora, cuando Talvi ironizó sobre que el Frente Amplio debería ganar para hacerse cargo de la situación económica en queda el país. Novick, que fue excluido por Talvi de una futura coalición, salió al cuestionar al colorado. Al parecer no entendió la ironía. Sin embargo, Novick trajo a la opinión publica un tema, se podría decir algo opaco de la carrera de Talvi, al recordar a un episodio confuso de la crisis del 2002. Escribió Novick a propósito de los dichos del colorado: “no quiere agarrar este fierro caliente, como no quiso en el 2002, cuando (Jorge) Batlle le ofreció ser ministro de Economía. Hay que tener coraje y no achicarse”. Novick era en aquel momento un hombre muy allegado a Batlle.

En la lucha contra los blancos. Que Talvi es una sorpresa a nadie cabe la duda, pero una vez que se ponga en acción la estructura blanca no hay duda que remontará el mal momento que está viviendo.

Hoy el Partido Nacional sigue siendo, por muchas razones, en especial porque abarca todo el espectro político, el más firme competidor del Frente Amplio en el balotaje. Los blancos no tienen que estar corriéndose de un lado para el otro: tienen un lado y el otro, naturalmente.

Hay todavía un sector importante que está indeciso y esos votos seguramente irán en su mayoría para el Frente Amplio y el Partido Nacional.

Por eso, en noviembre se verán las caras Martínez frente a Lacalle.

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