El gobierno prohibió a los prestadores de salud usar para publicidad el dinero de las cápitas que reciben del Fondo Nacional de Salud.
La resolución se tomó en base a un estudio que demostró que vinculado a la última apertura del “corralito mutual”, en el año 2018, los prestadores privados de salud gastaron cerca de 18 millones de dólares en publicidad.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso dijo que la cartera pretende asegurarse que el dinero que brinda a las instituciones privadas por sus afiliados sea destinado a la atención sanitaria y no a fines publicitarios.
El decreto no prohíbe a los prestadores realizar publicidad. Esta podrá hacerse pero con fondos propios que surjan de otro tipo de ingresos. Basso confirmó que en febrero se abrirá el “corralito mutual”.