En lo que va del año se registraron 2 millones y medio de casos de dengue en la región, con más de 1.000 fallecidos, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El ministro de Salud Pública, Jorge Quian, partició, junto al equipo técnico de la División Epidemiología de esa cartera, en la presentación de la actualización de la situación epidemiológica de Uruguay y la región sobre sarampión, leishmaniasis, enfermedades causadas por el vector Aedes aegypti y resistencia antimicrobiana.

El país más afectado es Brasil, en su región centro sur, donde se registran los mayores casos. Si bien la tendencia en el país vecino es a la baja, la OPS emitió una señal de alerta en Uruguay con riesgo de importación de dengue y chikungunya.

Hasta ahora en Uruguay hay 17 casos importados de dengue y cinco casos de chikungunya, quienes viajaron a otros países y retornaron con la enfermedad. Viajaron principalmente a Brasil, México y Paraguay, según explicó la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Lucía Alonso.

Se recuerda a quienes tienen previsto viajar, llevar repelente, espirales, que la habitación cuente con mosquiteros o tul para las camas.

Por Sarampión se recomienda vacunarse con anticipación y no ante la proximidad de período de vacaciones, dado que los tiempos de espera para los centros son mayores y además, la vacuna requiere de diez días para cumplir su efecto.

Según señaló el ministro Quián, a nivel de vacunaciones, Uruguay tiene “reservas suficientes” para “enfrentar la situación”. Se cuadruplicó el número de dosis que se administraban.

El conocimiento de la enfermedad por parte de la población es fundamental, según consideraron. En varias oportunidades, los uruguayos no evalúan ninguna medida de precaución por sentirse lejanos con los casos y pensar que no contraerán la enfermedad. Por eso «no existe hoy una conciencia de riesgo, hoy, que amerite cambiar la conducta», y ese es un punto negativo, sostuvo el ministerio.

“Uno de los problemas más grandes que tenemos es la automedicación”, aseguró Alonso y coincidió Quián. Aclaró que las farmacias no pueden vender medicamentos sin recetas y exhortó a que la población colabore con este inconveniente que sucede en Uruguay.