Las instituciones más importantes de nuestro país, Peñarol y Nacional, encaminaron en trabajo conjunto con sus respectivas áreas de seguridad, en coordinación con la Comisión de Seguridad y el Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la elaboración de un Anteproyecto de “Protocolo de ingreso, permanencia y egreso de la lista negra” de personas en los espectáculos deportivos.
En total, son 631 las personas que no pueden ingresar a los estadios, según el último informe del Ministerio del Interior, dado a conocer el 29 de agosto de 2019, luego de los incidentes que se registraron en el clásico del fútbol femenino, celebrado en el Estadio Gran Parque Central, el 20 de julio del corriente.
La propuesta de ambas instituciones grandes, y que se aplica a todos los equipos del fútbol uruguayo, más allá de que son más resonantes en tricolores y aurinegros por la gran masa social que poseen cada uno, es la “graduación de las sanciones para las personas involucradas en hechos de violencia dentro de los escenarios, mediante un acto procesal que permita el derecho de defensa, conforme a las actitudes que hayan tenido estos, para ser ingresados a la lista negra”, señaló una fuente a La Oral Deportiva.
Es una organización interna en base a elementos probatorios que puedan presentar las partes y serán los clubes quienes tendrán la potestad de determinar el tiempo de ingreso, permanencia o egreso de dicha lista. Las graduaciones, en principio, serían tres: leves, medias y graves.
Por ejemplo: alguien que en una tribuna le dieron una bengala o un inflable con tendencia ofensiva hacia el rival, recibiría un castigo leve, y estará un tiempo sin poder ingresar a los escenarios y luego podrá egresar. No obstante, quien arroje una garrafa (como pasó en el clásico de 2016 por el Uruguayo Especial) u organice una trifulca, quedará suspendido de por vida.
El hecho de que retornaran los bombos y las banderas al Estadio Campeón del Siglo, para el partido en el que Peñarol, venció 1-0 a Boston River por la séptima fecha del Torneo Clausura, no fue casualidad, luego que hubo pedidos de parte de la hinchada a los dirigentes aurinegros, de que se revisaran con atención, posibles casos como el primero explicitado, lo cual se entendió desde el área directriz, como una “tregua”.
(Por Rafael Castillo – La Oral Deportiva)