Este texto forma parte de los chequeos periodísticos de Verificado.uy, la coalición de medios de comunicación, academia y sociedad civil creada para combatir la desinformación durante la campaña electoral.
Los audios difundidos a partir de plataformas como WhatsApp representan hoy uno de los desafíos más complejos para el factchecking a nivel mundial. A la clásica tarea de rastreo de datos se suma, además, la de corroborar que las voces difundidas son de la persona que se señala. Este último paso comienza desde un punto incierto, sin elementos concretos para orientar la investigación.
Varios componentes hacen que este tipo de archivos sean una amenaza especial para la desinformación. La familiaridad de la persona que lo envía y el hecho de hacerlo en una red cerrada, a diferencia de Twitter o Facebook, aparecen como elementos de confianza a la hora otorgarle veracidad a los contenidos. Sin embargo, muchas veces son falsos, no fueron hechos por la persona que se dice los hizo o relatan episodios que nunca ocurrieron o, por estar fuera de contexto, parecen afirmar hechos que no sucedieron. Es que la ausencia de contexto y de información concreta para iniciar un proceso de rastreo de datos son los aspectos que aportan mayor complejidad.
En los últimos días, la campaña electoral uruguaya registró viralizaciones de este tipo. La más significativa involucró al intendente de Colonia, Carlos Moreira. El viernes 18 de octubre se viralizaron dos audios en los que se escucha al jerarca del Partido Nacional (PN) ofrecer renovar una pasantía laboral a cambio de sexo.
Verificado llevó el caso a Reverso, la coalición argentina de medios de comunicación contra la desinformación, quien trabaja en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de ese país, único organismo de América Latina que dispone de la herramienta Forensia, una tecnología puntera a nivel mundial para corroborar de manera objetiva si la voz de un audio viral corresponde, efectivamente, a una determinada persona.
“Es un sistema totalmente automático y es la última tecnología en el cotejo de voces”, explicó a Verificado Jorge Gurlekian, director del Laboratorio de Investigaciones Sensoriales (LIS) del Conicet, responsable de analizar los audios de Moreira.
Paralelamente a que se discutía la veracidad de los audios, se compararon los archivos virales con varias entrevistas periodísticas que dio el intendente y que están colgadas en YouTube. El estudio determinó que hay una “muy fuerte evidencia” de que los archivos corresponden a Moreira. Casi al mismo tiempo, el propio Moreira admitía ser la voz en esos audios.
De acuerdo con el factor de Bayes -unidad de medida que usa la tecnología- el resultado dio un valor promedio de +3.49, el cual se ubica en una escala entre -5.0 y +5.0. Cuanto más alto el valor mayor certidumbre en uno u otro sentido. Puede leerse el informe completo aquí.
Moreira dijo en conferencia de prensa que los audios corresponden a conversaciones íntimas que entabló en el pasado con una mujer con quien había tenido una relación sentimental. Sin embargo, el intendente fue desvinculado de Alianza Nacional, el sector que lidera Jorge Larrañaga, y, posteriormente, renunció al PN.
Sobre la tecnología.
Forensia es un sistema de identificación de hablantes que permite realizar una análisis exhaustivo de sonidos, reconocimiento y síntesis del habla, que fue creada por la empresa BlackVox, incubada en el Laboratorio de Investigaciones Sensoriales de Argentina.
El sistema evalúa los rasgos distintivos como el ritmo de la voz, y calcula la probabilidad de que corresponda a la persona de interés u a otra, contrastandola con una base de datos universal de miles de voces.
La posibilidad de efectuar un análisis concluyente depende de varios elementos, explicaron los técnicos del Conicet a Verificado. Uno clave es la duración de los audios ha ser analizados. Cuanto mayor tiempo dure la grabación, más preciso será el resultado.
Otro elemento importante para afinar el resultado es reducir la contaminación de las voces analizadas: se deben eliminar con una detallada edición aquellos sonidos que puedan interferir en la verificación. Por ejemplo, cuando hay superposición de personas hablando, esos fragmentos no pueden ser contrastados.
Aunque esta tecnología es actualmente la más avanzada en la verificación de audios, estos y otros factores hacen que los resultados no sean 100% precisos, existe un margen de error.
Durante las campañas electorales, la difusión de mensajes de voz se vuelve más atractiva y potencialmente peligrosa. Esta es una de las principales lecciones aprendidas de la experiencia de Comprova, la coalición de medios de comunicación contra la desinformación surgida en Brasil durante la última contienda electoral. Dos tercios de los audios recibidos por la organización hacían referencia a fraudes falsos durante las elecciones, según informó First Draft.
El artículo pertenece a la redacción de Verificado.uy, la primera coalición de medios de comunicación, academia y sociedad civil creada en Uruguay para afrontar el problema de la desinformación durante la campaña electoral 2019.
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