En la noche del 27 quedó establecido que el candidato oficialista, Daniel Martínez y el líder de la oposición, el nacionalista Luis Lacalle Pou se enfrentarán en el balotaje el último domingo de noviembre.

Columna Antonio Ladra en Fuentes Confiables

La elección la ganó Martínez, pero paradójicamente perdió. Es que en la misma noche del pasado domingo quedó conformada la coalición electoral que tiene como objetivo sacar al Frente Amplio del gobierno y cortar el ciclo de 15 años en el poder. Y parece que está muy cerca de hacerlo.

Es que el oficialismo no llegó ni siquiera a los 40 puntos y debe buscar aliados que hoy no tiene, mientras que Lacalle cocinó su red de alianzas antes de la elección. Eso explica cómo con apenas conocidos los resultados extraoficiales, Ernesto Talvi, Pablo Mieres y Guido Manini Ríos salieron públicamente a apoyar a Lacalle para la segunda vuelta.

En cambio, esa búsqueda de aliados por parte de Martínez se le hace cuesta arriba porque hace mucho que cortó los puentes; no el candidato, pero sí el Frente Amplio. ¿De dónde puede conseguir votos Martínez? Del Partido Colorado, según las encuestas hay un 20 por ciento de colorados que no votan a Lacalle y hasta de Cabildo Abierto. Según Oscar Botinelli un tercio de los votantes del partido de Manini en 2009 y 2014 fue del MPP.

El voto bronca por izquierda y por derecha le pasó factura a la formula Martínez-Villar: la gente pareció estar cansada de 15 años de gobierno, de la inseguridad, sobre todo, (el resultado del referéndum Vivir sin miedo, si bien no fue aprobado, consiguió más de un millón de votos, no puede ser obviado) y de una economía en ralentí, además de la soberbia de muchos actores del oficialismo. En 15 años de gobierno, el Frente Amplio cometió los mismos errores que a blancos y colorados les llevó 150 años.

El panorama actual salvo por la presencia de Manini es similar a las primeras elecciones con balotaje en noviembre de 1999. Por entonces en octubre Tabaré Vázquez​ se impuso en primera vuelta con algo más del 40% de los votos frente a Jorge Batlle, que salía segundo con 32,8% y luego, con el apoyo del Partido Nacional, liderado por Luis Alberto Lacalle de Herrera, el padre de Luis, ganó la presidencia después de cinco intentos.

Ahora, el Partido Colorado encabezado por Talvi, uno de los hijos dilectos de Jorge Batlle, le devolverá el favor.

Otra novedad de esta elección fue el resultado de un Parlamento con la mayor cantidad de bancadas de la historia, en la cámara de Diputados, habrá 7 formaciones: Frente Amplio, Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente, Partido Ecologista Radical Intransigente y Partido de la Gente en el que el oficialismo perdió la mayoría absoluta.

El Senado quedó dividido en 13 bancas para el FA, 10 para el PN, 4 para el PC y 3 para Cabildo Abierto.

El promedio de edad en el Senado por partido es: Partido Nacional: 55,2 años Partido Colorado: 59,25 años Cabildo Abierto: 60,3 años Frente Amplio: 64 años.

Otro punto interesante a resaltar: Gloria Rodríguez, es la primera senadora afro del Uruguay, como fue en su momento la primera diputada afro.

El Parlamento tan dividido no será fácil para gobernar. De ahí que Lacalle se plantea aprobar una ley de urgente consideración antes de que se le espante la coalición gobernante. También el presupuesto es en esos dos momentos donde se juega el partido, pero la llave del Parlamento la tiene Cabildo Abierto. Pero su líder, el general Manini, no ha dado muestras de querer integrar esa coalición, sino que estará alineado contra el oficialismo en el balotaje, pero hasta ahí. Integrar la coalición multicolor significaría ser un político más y Manini es el mesías salvador, tal como lo han presentado.

Desde ya, quien sea el próximo presidente tiene un desafío importante: corregir una economía que, si bien ha crecido ininterrumpidamente en los últimos quince años, muestra señales de fatiga.

El panorama para el Frente Amplio no es muy auspicioso. La dirigencia que hizo un gasto importante en la primera vuelta y consiguió lo que querían: sus bancas en el parlamento, ¿volverán a salir de campaña a favor de Martínez? Lo único que puede movilizarlos es que la figura de Manini Ríos espante a los votantes de centro, a los más sensibles que ven en el militar retirado un peligro para la democracia.

Ahora en estas horas se supo que el MPP tomó el control de la campaña de Martínez.

Surgió en Argentina, pero rápidamente se trasladó a nuestro país. El término aguantar los trapos es el que utilizan habitualmente los barrabravas para describir la acción de quienes llevan a la cancha las banderas del equipo de sus amores y la acción de defenderlas cuando se enfrenta a la banda rival. Sacarle los trapos a la barra rival es una señal de victoria. Por eso, a los trapos, hay que aguantarlos.

Esa terminología ha permeado y va más allá del futbol, por ejemplo, en la política: a los 84 años, Mujica que en el pasado bloqueó la candidatura de Martínez a la Intendencia y que incluso para esta elección no se mostró del todo conforme con el ex intendente, saldrá a hacer campaña para aguantar los trapos del Frente Amplio. Será, quizás, su última acción política.

Por eso en el comando de Martínez se escucha a Charly García y Luis Alberto Spinetta.

La indómita luz se hizo carne en mí Y lo dejé todo por esta soledad. Y leo revistas en la tempestad Hice el sacrificio abracé la cruz al amanecer. Rezo Rezo Rezo Rezo

Hay una expresión cordón sanitario que denota en origen a la barrera ejecutada para evitar la expansión de una enfermedad infecciosa. En política se usa para referirse a la negativa de los partidos convencionales a realizar alianzas o coaliciones con partidos políticos considerados extremistas, como ocurre en España con VOX.

En nuestro país a nadie, ni Lacalle que lo va a necesitar, pero tampoco el Frente Amplio, se le ha ocurrido levantar un cordón sanitario con Cabildo Abierto a pesar de que es un partido de ultraderecha que tiene en sus filas figuras que han reivindicado la dictadura, un líder ultra católico que hace punta en el tema seguridad, contrario a la agenda de derechos y amigo de Jair Bolsonaro.

Para Lacalle, el camino parece ser más llano, pero deberá surfear con los problemas internos de la coalición multicolor. Por ejemplo, en el Partido Colorado y motivado por la paridad interna el sector que lidera Julio Sanguinetti quiere estar en las negociaciones con Lacalle. De hecho, para el candidato blanco sería mejor tenerlo al lado por la experiencia y porque conoce de uniformes y charreteras. Lacalle sí tendrá un problema adicional en un futuro gobierno, se llama PIT CNT. Recordemos: el 1° de Mayo de este año, en el discurso de la central sindical se advirtió que no permitirá ninguna política neoliberal.

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