Luego de la renuncia del presidente boliviano Evo Morales, en el país se generaron disturbios con incendios, saqueos y ataques a viviendas, entre ellas la del ex mandatario.

Se abren varios escenarios políticos para la sucesión, ya que también renunció el vicepresidente Álvaro García Linera.

El secretario de relaciones exteriores de México, Marcelo Ebrard, informó que hay 20 personas integrantes de los poderes ejecutivo y legislativo de Bolivia asiladas en la residencia oficial de La Paz y adelantó que «de así decidirlo, ofreceríamos asilo también a Evo Morales».

El Gobierno uruguayo analizará en el Consejo de Ministros la renuncia del presidente boliviano y la situación político social de dicho país.

El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa dijo que hay una «gran confusión» y que el Ministerio se está rigiendo por las informaciones que le transmite la embajada uruguaya en aquel país.

En entrevista con Canal 4 admitió que teme por un «vacío de poder» y que este sea ocupado «sin tener en cuenta la convocatoria» de nuevas elecciones.

Consultado sobre si en Bolivia se produjo un golpe de Estado cívico-político-policial señaló: «no voy a opinar en esa materia. Yo soy canciller, y prefiero tener los acontecimientos más definidos. Me parecería apresurado que el Gobierno se expresara sobre esto de si hay o no un golpe de Estado».

Previo a la renuncia Cancillería había publicado en un comunicado sobre la situación en Bolivia en el que valoraba “la decisión del presidente de Bolivia de renovar la totalidad de los vocales electorales del Tribunal Supremo Electoral y de convocar a nuevas elecciones nacionales. El texto también lamentaba “los hechos de violencia que se han sucedido en los últimos días”.