El asesino, que tenía restricción de acercamiento y denuncias previas por violencia doméstica, baleó a su expareja y a la hermana de la mujer. Al menos cinco niños presenciaron el hecho.

El imputado tiene 45 años y próximo a las 2 de la mañana del 25 de diciembre se presentó en el domicilio de su expareja. Durante los festejos de Navidad, se presentó en el domicilio de la víctima quien se encontraba con su familia y pidió que le cortara una caja de vino para poner hielo.

Si bien se retiró del lugar con un mensaje de felicidad para los presentes, minutos más tarde ingresó a la finca nuevamente y efectuó los disparos. “Ingresó a la vivienda y fugó por los techos de las casas”, expresó la fiscal del caso, Sandra Boragno.

Se pidió la formalización por un delito de femicidio y otro por homicidio muy especialmente agravado porque varios menores presenciaron el hecho. Era reincidente, el último antecedente fue en 2018 donde se lo involucró en un proceso abreviado.

Durante la audiencia de formalización, el hombre dijo que las víctimas tenían un arma de fuego y que realizaron disparos. También señaló que la mujer recibió un disparo en la cabeza pero no fue él quien que lo efectuó, relató en la tarde de este jueves. Dijo que su cuñada recibió el disparo en el pecho por haberse cruzado en la línea de tiro.

A raíz de este ataque murió su excuñada de 48 años en el acto. La expareja de 38 años fue trasladada primero al hospital Español donde diagnosticaron pérdida de masa encefálica, luego fue trasladada a la Médica Uruguaya donde falleció en la tarde de este jueves.

Sandra Boragno, fiscal del caso