El calendario electoral uruguayo no ha culminado aún, y los partidos, tras el receso veraniego, se aprontan para medirse en las elecciones departamentales, el cierre del ciclo, previsto para el 10 de mayo. 

Por Antonio Ladra

Como ocurrió en los comicios pasados, las departamentales son otras elecciones, donde pesan, por encima de las camisetas partidarias, las dirigencias locales y las gestiones previas. En ese plano se presenta un panorama diverso y a la vez complejo, porque, además, como se eligen simultáneamente las autoridades de los municipios, la localía tiene mayor influencia.

Tradicionalmente desde que se realizan separadas en el tiempo, las elecciones departamentales se presentan como una suerte de revancha respecto de las nacionales. Es así que el Frente Amplio procurará retener la mayor cantidad de departamentos, aspecto éste que se le presenta, hoy, por los coletazos de la derrota electoral de noviembre, bastante difícil, salvo Montevideo y Canelones, bastiones de la izquierda.

El sociólogo Agustín Canzani, director de la Fundación Líber Seregni ha expresado en reserva a la dirigencia frenteamplista que el panorama se presenta complicado para ganar en otros departamentos más allá de los dos nombrados.

Es decir, en términos prácticos, si el Frente Amplio logra algún triunfo más allá de Canelones y Montevideo será porque los partidos que hoy integran la coalición multicolor no se ponen de acuerdo en comparecer unidos en aquellos departamentos donde no son mayoría: el ejemplo de Montevideo es el más notorio o simplemente cometen errores. En ese sentido parece que donde puede ocurrir algo así es en el departamento de Salto, donde blancos y un sector de los cabildantes se pusieron de acuerdo no para enfrentar al Frente Amplio, hoy en el gobierno, sino al colorado German Coutinho.

Hay otros departamentos con problemas, como en Colonia, donde el caudillo y actual intendente Carlos Moreira, renunciante al Partido Nacional por el escándalo de los pases en comisión por sexo, lejos de ponerlo contra las cuerdas, lo presenta como un serio aspirante a reeditar la jefatura comunal aunque en los papeles no tiene partido.

¿Qué hará el Partido Nacional en este caso? ¿Aceptará el reingreso de Moreira, con todo lo que eso implica desde el punto de vista ético, para no arriesgar perder esa baza tan importante? ¿O seguirá adelante con la sanción?

 El Frente Amplio coloniense ha buscado por todos los medios iniciar juicio político a Moreira, pero no ha prosperado porque han sido los propios blancos, mayoría en la Junta Departamental, los que no lo han permitido y han blindado al jefe comunal.

Como sea, para el Frente Amplio estas elecciones departamentales servirán para mantener cierta porción de poder y para los blancos en especial, será una forma de afianzarse como una fuerza que gobierna en todos los territorios.

El caso Montevideo

Que la derrota de las elecciones nacionales pegó duro en el Frente Amplio se sabe, pero hasta ahora no se había expresado de manera tan explícita como ocurre en Montevideo. 

La indefinición sobre los candidatos, las luchas de poder instaladas y las miradas hacia las próximas elecciones nacionales ya están cobrando víctimas en la coalición de izquierda y de alguna manera demuestra que con el recambio de sus principales figuras, la organización adolece de una dirección política interna.

Hasta el miércoles 15, los precandidatos eran cinco: el director del Hospital Maciel, Álvaro Villar, la exministra de Industria Carolina Cosse, el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, el sociólogo Gustavo Leal y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, pero ese día irrumpió nuevamente Daniel Martínez en carrera por la Intendencia. 

A diferencia de Álvaro García, Pablo Ferreri y Leal, Martínez cuenta con el apoyo del sector socialdemócrata, lo que le da chances de volver a sentarse en el sillón comunal. 

Su candidatura, en contra de su propio partido, -el socialista- lo pone por fuera de ese sector. Es que Partido Socialista apoya a Cosse, quien también tiene el favor del Partido Comunista y de Casa Grande, sector que lidera Constanza Moreira.  Por su parte, Mario Bergara ya se había manifestado a favor de trabajar por Villar antes del regreso de Martínez, y al igual que con el Partido Socialista, no hay planes de volver atrás debido al cambio de estrategia del ex candidato a la presidencia.

El cambio de Martínez se explica también por la presión de su entorno que no quiere perder poder ni sus cargos. Uno de los artífices del regreso de Martínez ha sido el Ministro de Economía Danilo Astori quien no estaba convencido de apoyar a Villar, por el apoyo de Bergara con quien no había quedado en buenas relaciones desde las elecciones internas.

 El operativo sobre Martínez se cerró con gestiones de Enrique Rubio y Cristina Lustemberg, representantes del Nuevo Espacio, la lista 5005 y otros grupos. Con el compromiso de Ferreri y García de retirar sus precandidaturas y con el apoyo de otros sectores frenteamplistas, Martínez tomó la decisión de ser candidato a la intendencia de Montevideo, luego de haber anunciado públicamente que no iba por la reelección. 

Este martes se hizo el anuncio oficial en una declaración de 14 minutos tras una reunión con la departamental del Frente Amplio. 

Mientras tanto se dieron otras movidas, como el apoyo del MPP a la candidatura de Villar, con el apoyo de Mujica, además del sostén del sector que lidera Bergara y Liliam Kechichián.

La decisión del Partido Socialista de no renovarle el crédito a Martínez en su oportunidad y decantar por Cosse generó una crisis importante en el partido más viejo de la izquierda uruguaya, con la renuncia de algunos dirigentes descontentos por la forma en que se procesó esta candidatura, otros que han puesto en suspenso su participación en esa organización.

Pero este regreso in extremis parece obedecer a otras razones; definir quién es el heredero del de la centroizquierda del FA y evitar que el resultado de las elecciones parlamentarias lleve al Frente Amplio a posiciones más radicales. De esta manera, el FA busca reordenar la interna tras la derrota en las elecciones nacionales. 

Con Martínez liberado del corsé partidario, aquel que él mismo hace tiempo que no se lo ajusta, ha dado lugar a una iniciativa, aún en proceso, que tiene como objetivo formar un grupo socialdemócrata con el ex presidenciable a la cabeza.

Para el plenario del FA, a realizarse este próximo viernes, se aprobarán las candidaturas de Carolina Cosse, Álvaro Villar y Daniel Martínez a la intendencia de Montevideo.

Mientras tanto en la oposición capitalina hay movimientos y circulan varios nombres: Sebastián Bauzá y hasta Gerardo Sotelo, aunque primero se deben poner de acuerdo como comparecerán, si bajo un solo paraguas, el Partido Independiente ha sido la propuesta, o lo harán con sus lemas tradicionales, cada uno por su lado. Esta estrategia de un solo candidato ha tenido un duro revés en las últimas horas cuando la senadora electa y futura ministra en representación del partido Cabildo Abierto, Irene Moreira se manifestó en contra de comparecer bajo el lema Partido Independiente.

Como se ve está movido el panorama político y las próximas horas serán definitorias en la medida que se agotan los tiempos institucionales para la presentación de los precandidatos de todos los partidos para disputar los cargos de intendente para los 19 departamentos del país.