De taquito a la mañana dialogó telefónicamente con Silvia Copello, terapeuta menstrual y educadora sexual, que habló sobre fantasías sexuales.

«El órgano sexual más potente que tenemos es el cerebro y ahí comienzan a gestarse las fantasías sexuales», explicó Copello.

“Una fantasía sexual es algo que tiene una cuota de no realizable, es algo que no se cumpliría tan fácilmente”, ilustró la columnista.

“Las más recurrentes son los tríos, estar con más de una persona. Antes siempre era hombres que quería estar con dos mujeres por ejemplo. Ahora ya las mujeres se animan a fantasear con dos hombres o con dos mujeres”, dijo Copello.

“Si yo fantaseo con mi pareja y una persona X, surge muy a menudo una pregunta: ¿se lo tengo que decir a mi pareja? Es relativo, depende hasta qué punto querés llevar adelante la fantasía o de cuánta confianza tenés con tu pareja, porque se puede compartir o no y está bien”, planteó.

“Otra de las fantasías más comunes es tener sexo en lugares públicos”, agregó.

“Hay fantasías que pasan al ámbito perturbador, por ejemplo cuando tengo que recurrir a la fantasía para tener relaciones con mi pareja, ahí ya no es sano”, dijo. “Lo mismo ocurre si una persona tiene fantasías pedófilas, en ese caso la persona debe recurrir a tratamiento”.

“Hay estudios científicos que demuestran que el 81% de los hombres fantasean con cosas concretas, mientras que la mayoría de las mujeres deben montar un escenario. La fantasía es personal y es decisión de cada uno compartirla o concretarla», aseguró Copello.

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