Según los investigadores seguiremos teniendo cianobacterias, pero ¿por qué no llegaron este verano al sur? Porque se cumplió lo que las autoridades anhelaban: un verano con pocas lluvias “es lo único que nos salva” decían en noviembre del año pasado desde Dinama.

Informe: Lucía Betancur

Esto no quiere decir que las cianobacterias no estén, porque se han registrado episodios, en el Norte y en el Sur desde Colonia hasta San José, incluso en Montevideo pero en  menor medida. En general este verano hubo pocas precipitaciones en el río Uruguay y en el río Negro y lluvias normales en el río Paraná, que no alcanzó para traerlas con el empuje del río a Montevideo.

 

En cambio, en los embalses de los ríos Uruguay y Negro (sobre todo desde el sur de Salto a Concepción y en Palmar) hay descarga de cianobacterias a los cursos de agua pero quedan retenidas en la superficie, es ahí que crecen ayudadas por las altas temperaturas y los nutrientes. Eso es lo que ha visto y difundido en las últimas semanas.

 

En 2019 la gran mancha verde en el Río de la Plata tenía mil kilómetros cuadrados de superficie, el tamaño era como 100 mil canchas de fútbol, explicó Luis Aubriot, docente Sección Limnología del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales Facultad de Ciencias de Udelar. También afectó al turismo, con un 29% menos de turistas. La directora de la Unidad de Calidad del Agua de la Intendencia de Montevideo, Jimena Risso, detalló estos factores, que este año no se dieron.

 

 

¿Qué son las cianobacterias? son organismos que existen desde siempre y que son necesarios en cantidades adecuadas porque producen oxígeno y sirven como alimento a otras especies que están en el agua, explicó Risso.

El problema es cuando ocurre una acumulación de floraciones debido a la alta presencia de nitrógeno y fósforo que son los principales nutrientes que utilizan estas algas para crecer.

Existe gran presencia de estos minerales cuando el agua arrastra de los suelos fertilizantes producto de las prácticas agrícolas (lechería, cultivos de granos y frutales). Por eso, para la Facultad de Ciencias, este es uno de los problemas pero también la siembra directa y la fertilización en superficie.

 

De acuerdo a lo investigado por Fernando García, director de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería y experto en suelos, es fundamental controlar la erosión porque lleva el fósforo del suelo al agua. Sugiere, por ejemplo prácticas de conservación de suelo, como las rotaciones de cultivos y pasturas y la siembra directa. “La fertilización se debe hacer después de un análisis de suelo, bajo diagnóstico y dentro del lugar correcto”.

Risso quien señaló que se trata de un fenómeno mundial, considera que en Uruguay los factores que impulsan el crecimiento de las cianobacterias ocurren en toda la cuenca de los ríos Paraná, Uruguay y Río Negro “que es mucho más grande que la superficie de nuestro país”. García aportó que el 80% de los escurrimientos que llegan al Río de la Plata vienen por el río Paraná y apenas el 20% por el río Uruguay.

 

 

Señaló que si bien la fertilización en chacras agrícolas influye, algo similar, ocurre con los efluentes domésticos, porque en la mayoría de las localidades no reciben tratamiento y también van a parar al agua, por ejemplo, en los ríos ubicados en el Norte, dijo García.

 

 

Según datos de la Dinama, no se ha encontrado contaminación de aguas con agroquímicos en los cursos de los ríos Santa Lucía y Negro. Los valores observados están “dentro del rango normal y tolerable”.

Conclusión: no se pueden eliminar las cianobacterias porque son parte del ecosistema y haría perder otros nutrientes. Se está poniendo en práctica medidas de control en lugares cerrados (Cuenca del Santa Lucía en 2014, aunque aún no hay resultados visibles) pero en las playas aún no se ha implementado.

 

Desde Dinama, proyectan cambiar la forma de fertilizar y bajar la cantidad de fertilizantes, retener fósforo para que no llegue a ríos y rotación de suelos. Se alcanzaría una reducción en un plazo de entre 5 a 10 años, dijo en un encuentro en Facultad de Química en noviembre de 2019, Lizet de León, del Departamento de Evaluación Ambiental. Se toma como ejemplo a Dinamarca, que al ser un país productor, sufrió las cianobacterias, pero antes de los 10 años no pudieron reducirlas, solo redujeron 20% la concentración y “a eso apuntamos” indicaron.

Risso dijo que la solución se busca trabajando en equipo porque “no podemos decirle a alguien que tiene un emprendimiento que de ahora en más no le ponga fertilizante al campo. No funciona así. Todos comemos”, dijo en un encuentro organizado esta semana por la Cámara de Comercio de Productos Agroquímicos (Camagro).

Escuchá el informe completo:

Foto: Archivo Universal