La periodista especializada en género Carolina Notalgiovanni habló en De taquito a la mañana sobre explotación sexual adolescente.
La «Operación Océano», que investiga una red de explotación sexual adolescente, ya tiene 11 detenidos y la mayoría son figuras públicas. «La explotación sexual infantil tiene una forma de retribución que puede ser de cualquier índole, como en este caso puede ser de estupefacientes», explicó Notalgiovanni.
«La explotación es una forma de violencia sexual, por eso no hablamos de prostitución infantil, porque este último término implica un intercambio con consentimiento mutuo. Acá lo que opera es un abuso de poder, en este caso del hombre», dijo.
«El criterio de que ellas decidieran hacerlo no debe ser tenido en cuenta para legitimizar la práctica. Las personas adultas saben que están cometiendo un delito y abusando de su poder como adulto y como hombre. La cultura de violación es culpar a la víctima por lo que tenía puesto. Muchas veces se invierte la culpa y se la pone en la adolescente. Pero a nivel mundial hay 150 millones de niñas que son sometidas a relaciones sexuales, y 73 millones de varones, entonces el criterio no es la ropa ni cómo se visten las adolescentes», puntualizó Notalgiovanni.
«Hay un imaginario colectivo de que el abusador tiene que ser una persona que comete delitos, o de clase baja, y esto no es así. Los explotadores no tienen un nivel social definido y pueden provenir de distintas situaciones económicas y profesionales», agregó.
«Estos casos se van diluyendo con el tiempo, pero son moneda corriente en nuestro país», dijo.
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