En una nueva columna para entender aquellas cosas que habitualmente no son explicadas, el físico Carlos Vera se explayó sobre el campo magnético y las afectaciones sobre nuestro bienestar.

La anomalía magnética del Atlántico Sur, cuyo epicentro está exactamente encima del Río de la Plata, es una anomalía del Campo Geomagnético que nos protege, contó el físico y profesor Carlos Vera.

En el Río de la Plata es muy débil con lo cual permite que las partículas cósmicas lleguen hasta más profundo dentro de la atmósfera y afecten el comportamiento de los satélites de posicionamiento y de telecomunicaciones, mientras dura su tránsito por esta zona.

Si bien no tiene consecuencias sobre la salud humana, sí se manifiesta como molestias permanentes de dolores de cabeza y picazón (tipo alergia), ambos efectos son consecuencia de que las partículas que penetran más profundamente dentro de la atmósfera, descargan su energía en la materia viva y producen esos efectos periféricos neuronales, dolor de cerebro y picazón.

Desde el punto de vista astronómico y astrofísico, esto puede ser un indicio de una inversión de los polos.

El tema interesa por varios motivos. En primer lugar, porque el fenómeno ha captado la atención de los medios de todo el mundo y, en segunda instancia, porque este evento, por su ubicación geográfica, nos vuelve protagonistas de un fenómeno astronómico y astrofísico sin igual.

En tercer lugar, porque la ciencia ha demostrado que tiene leves efectos biológicos que pueden explicar comportamientos en los que desconocíamos el origen. Por último, porque esto no significa el fin del mundo, ya que no existen daños que puedan causar y que se conozcan hasta el momento.