El jerarca hizo foco en la “máquina de adoctrinamiento” y los “pésimos resultados” que resultaron de la gestión del Frente Amplio en educación.
Julio María Sanguinetti apuntó a “la pesada herencia que le dejó el Frente Amplio a la coalición multicolor” en materia de educación, en su columna en El correo de los viernes. “La herencia marca los peores resultados en décadas, una educación con bajísimos aprendizajes y pruebas de evaluación muy negativas, pese a que en los años del Frente Amplio se invirtió más dinero”, aseguró.
Afirmó que se construyó una gran “máquina de adoctrinamiento” en lo que respecta a la enseñanza de historia y geografía. “Los jóvenes han oído machaconamente que los tupamaros luchaban contra la dictadura, cuando notoriamente no es así, y que Pacheco inició la dictadura cuando terminó su mandato ganando democráticamente las elecciones (a las que, por otra parte, se presentó el entonces flamante Frente Amplio). Mostrar las inequidades del ominoso sistema capitalista del mundo y las desgracias que trajeron a este país los colorados y los blancos”, desarrolló.
Puntualizó sobre los “pésimos resultados” que arrojan las pruebas PISA. Se realizan hace 15 años y en ese tiempo los puntajes en matemática se mantuvieron, pero descendieron en lo que respecta a lectura y ciencias. Mientras que los puntajes del sector “más acomodado” se asemejan a los promedios de los países europeos, los de los sectores “más desfavorecidos” distan del promedio (339 a 427, respectivamente).
Además hizo foco sobre las pruebas Aristas, que hace el Instituto Nacional de Evaluación Educativa para analizar las diferencias entre alumnos de tercer año de Ciclo Básico y los de la UTU. “El 80% de los alumnos de UTU no puede hacer un promedio, como tampoco lo logra el 66% de los liceos públicos y el 31% de los privados”, sostuvo.
Esa misma “máquina de adoctrinamiento” es la que, según Sanguinetti, permitió que inspectores de Secundaria realizaran manifestaciones proselitistas a favor de Daniel Martínez en las últimas elecciones: “Tanta es la sensación de impunidad para el flechamiento ideológico que, en la última campaña electoral, 25 Inspectores de Educación Secundaria, de la mayor jerarquía e invocando esa condición, hicieron un llamado público para votar a Martínez, cayendo en una ilegalidad castigada con la destitución.”
De todas maneras, sostuvo que los supuestos reproductores de este esquema no constituyen la generalidad de la educación en Uruguay. “El problema está en esos sectores organizados corporativamente que actúan, desde afuera y desde adentro del sistema, para mantenerlo siempre al borde del conflicto”, explicó.
Foto Dante Fernandez / FocoUy