Se obtuvo, como medida cautelar, la prisión preventiva de los imputados.
La Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género de 4º turno, representada por la titular Sylvia Lovesio y los fiscales adscriptos Franco López y Emma García, formalizó dos investigaciones de abuso sexual agravado, teniendo en consideración la situación de extrema vulnerabilidad de las víctimas.
Como medida cautelar, se obtuvo la prisión preventiva de los imputados, a los efectos de completar la recepción de la prueba y preparar el juicio oral. En ambos casos, la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía General de la Nación trabajó en conjunto con el equipo fiscal en el acompañamiento y contención de las víctimas.
En el primero de los casos, Fiscalía solicitó la formalización del imputado R.A.M., de 48 años de edad, como presunto autor de reiterados delitos de atentado violento al pudor y de abuso sexual especialmente agravados, todos ellos en régimen de reiteración real, de conformidad a lo dispuesto por los artículos 54, 60.1, 272 TER y 273 del C. Penal.
En setiembre de 2018, las denunciantes (directora y psicóloga de un liceo de Montevideo), radicaron denuncia por presunto abuso sexual del denunciado hacia la adolescente, hija de su ex pareja. Una de las conversaciones de la adolescente con la psicóloga del liceo relató que fue víctima de abuso sexual por parte de su padrastro desde que tenía 11 años de edad hasta los 16. Estos hechos ocurrían en momentos en que su madre trabajaba.
Por el otro caso, Lovesio solicitó la formalización del imputado G.A.N.D. como presunto autor de un delito de abuso sexual especialmente agravado. En el mes de junio de 2019, en un taller de un equipo especializado en el aprendizaje y sus alteraciones, la víctima relató en forma espontánea la situación de abuso sexual al que fue sometido en el mes de enero de 2019.
En enero del 2019, el adolescente de 16 años, con trastorno del espectro autista, se encontraba en la esquina de su domicilio con el imputado, el cual le dijo: “vení, que tengo un regalo”. El adolescente se negó, pero a pesar de la negativa, el imputado lo forzó físicamente a ingresar a su domicilio. Posteriormente mediante el uso de la fuerza y amenazas, y luego de haberle dado una pastilla para que “le diera sueño”, el imputado abusó sexualmente de la víctima.