La ministra de Economía sostuvo que el proyecto gubernamental pretende llevar a la población “una mejor calidad de vida para que tengan mayores libertades y puedan elegir por si mismos su proyecto de vida”.
La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, dialogó este lunes con Alejandro Werner, director del Departamento de la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional en el Hemisferio Occidental en el marco de las reuniones anuales. La conferencia fue televisada y en ella Arbeleche explicó los principales puntos que atravesó la economía uruguaya en estos meses, cómo avizora el futuro y cuáles son las prioridades de la cartera.
La ministra sostuvo que desde la cartera se proyecta un crecimiento del PBI de 4,3% para el 2021 y de un 3% cada año para el resto de su gestión. Para el 2020 esperan una caída de 3,5%, que “no está mal si lo comparamos con otros países del mundo, pero por supuesto no es bueno”. El segundo semestre el producto bruto interno cayó casi 11% en la comparación interanual, pero Arbeleche aseguró que “el lado bueno de esta segunda mitad tan dura es que actualmente estamos percibiendo bastantes indicadores que nos dicen que estamos comenzando a iniciar la recuperación, que irá en forma de ´V´ en lo que refiere a la actividad”. Por ejemplo, en lo referente a la venta de automóviles, la recaudación de impuestos y la demanda de combustible.
De todas formas, la jerarca explicó que las proyecciones a futuro “dependen del impacto de las reformas estructurales que estamos llevando adelante”. Entre estas reformas, destacó la reforma institucional y la reforma monetaria que, según Arbeleche, se ven acompañadas por una mejor comunicación, mayores grados de transparencia y el objetivo del Banco Central de disminuir la inflación en vez de proponerse varios objetivos a la vez.
Objetivos y reformas a futuro
En este sentido, Arbeleche resaltó el “progreso” realizado en lo que refiere a la gobernanza de las empresas públicas. “Lo que pretendemos, al final del día, son tarifas más bajas, porque forman parte del problema que tenemos en términos de competitividad en el país y porqué su crecimiento ha sido tan exiguo”, desarrolló.
Luego, remarcó la necesidad de que se lleve a cabo una reforma jubilatoria que “permita garantizar jubilaciones para nuestra gente los próximos años y garantizar la sustentabilidad de estas jubilaciones”.
Debido al costado fiscal de esta última necesidad, es que, en palabras de la ministra, “estamos siendo mucho más proactivos en términos de políticas de comercio exterior”. “Necesitamos que los bienes uruguayos accedan al mercado en términos más beneficiosos, pero es igualmente necesario lograr estas reformas para promover la inversión”, arguyó.
En lo referente al empleo, lo puntualizó como una consecuencia necesaria del crecimiento y de la inversión, especialmente de la inversión privada. Subrayó que este tipo de inversión en Uruguay “falta hace años” y por ello manifestó que una de las “principales fuerzas motoras” de la economía será ella, y que se está trabajando “muy activamente en cambiar el régimen de promoción de inversiones” para poder lograrlo.
Arbeleche expuso también que días atrás se renovó un “nuevo régimen de vivienda” y se emitió un “nuevo régimen para grandes construcciones”. Al que agrega un “nuevo régimen que extiende los beneficios fiscales para proyectos de inversión y extiende la cantidad de sectores que pueden ser incluidos en estos incentivos fiscales”.
En ese orden, promocionó los cambios realizados en la materia de residencia fiscal. “Nuestras reglas son claras y eso es un activo que hemos tenido por muchos años. Entonces, creemos que es importante mostrarlo y tener una oportunidad más amistosa para familias e inversores en nuestro país”, explicó.
De cara al futuro, la ministra expresó la importancia de la investigación y la innovación de la que, dijo, “hemos aprendido mucho durante la crisis en Uruguay y nos ha demostrado que puede haber un resultado muy positivo cuando los investigadores y el gobierno caminan juntos”. A partir de eso, aseguró que un “desafío” planteado es ser más innovadores para obtener una mejor educación, mejores centros técnicos e “impulsar la inversión rpivada hacia esas áreas para lograr hacer la diferencia”.
Apuntó la importancia de la equidad de género y el desafío a abordar en Uruguay, que es llevar soluciones prácticas y mover los recursos en forma concreta para obtener resultados concretos.
Arbeleche concluyó que los objetivos a los que se compromete el gobierno no son nuevos, pero que a lo que se han comprometido es en darle a los uruguayos “una mejor calidad de vida para que tengan mayores libertades, que puedan elegir por si mismos su proyecto de vida. Lo que contribuirá a tener una sociedad más diversa y cohesionada”.
La experiencia del Covid-19 en Uruguay
La economista presentó el argumento de que los buenos resultados de la pandemia responden a un “liderazgo muy fuerte del presidente” y una comunicación muy fuerte a nivel gubernamental, entre lo que destacó las conferencias de prensa diarias en las que se informaba a la población en tiempos de incertidumbre. Añadió también la importancia de la comunicación interna entre los miembros del gobierno y como también todos los ministerios trabajaron junto al sector privado y a la comunidad científica.
En materia económica, describió el funcionamiento del fondo coronavirus cuya inversión a fin de año habrá sido de 8.000 millones de dólares, “aproximadamente 1,5% del PBI nacional y tendrá un impacto en los resultados fiscales”. Por eso, “de allí en adelante hay planes para finalmente mejorar los balances fiscales para poder estabilizar el PBI y la deuda”. Producto de ello –dijo Arbeleche- se llevaron adelante propuestas como la ley de urgente consideración, la ley de presupuesto y presentarán una nueva ley de institucionalidad fiscal.
Uno de los puntos de este proyecto de ley será la medición del balance estructural. “Hasta ahora, Uruguay tenía ciclos de negocios bastante profundos y no había un balance estructural con el que comparar los resultados”, expuso la ministra. “Estamos intentando avanzar hacia la obtención de una política contra cíclica” y producto de ello se le “puso un techo” al gasto gubernamental y a la posibilidad de generar deuda.
A propósito de ello, la jerarca criticó a la administración pasada diciendo que “anunció resultados que no fueron alcanzados en ninguno de los años”. En este sentido, incorporando este sistema de medida, “al final del día podremos medir si nuestro incremento en el gasto ha sido debido al Covid-19 o si hemos desplazado los recursos a otro lado”.
Foto Gaston Britos / FocoUy