El presidente de Chile, Sebastián Piñera, había aceptado llevar adelante este referéndum en noviembre de 2019 tras un mes de protestas masivas “contra la inequidad”
La noche de domingo chilena ha ofrecido escenas de gran júbilo al panorama mundial, consternado por el rebrote de Covid-19. La gran mayoría del pueblo chileno votó a favor de reformar la constitución del país, que data de la dictadura militar liderada por el general Augusto Pinochet.
Con la mayoría de los sufragios contabilizados, el 78% votó el “sí” en el referéndum al que se los fue llamado luego de las masivas protestas contra la inequidad. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, celebró que haya sido una elección en paz. Añadió que es “el comienzo de un camino que todos deberemos caminar juntos”.
El referéndum le consultaba a los chilenos dos cuestiones: primero, si querían una nueva constitución, y segundo, qué tipo de cuerpo querían formular. Una avasallante mayoría, 79% (además del 78% que votó a favor de la modificación), escogió que la nueva constitución sea redactada por un cuerpo que esté integrado en su 100% por quienes hayan sido escogidos por el voto popular y no una que hubiera estado compuesta en un 50% por miembros del parlamento.
La convocatoria fue la mayor desde la salida del proceso de facto, concurrieron a votar 7.5 millones de chilenos. Los votantes volverán a las urnas el 11 de abril del 2021 a escoger a las 155 personas que conformarán la convención que redactará la nueva constitución. La convención tendrá nueve meses para llevar a cabo la tarea, con la opción de una única extensión de tres meses. La nueva constitución será puesta bajo la lupa popular en 2022, cuando se lleve adelante otro referéndum en el que Chile votará si quiere adoptarla o no.
Piñera había aceptado llevar adelante este referéndum en noviembre de 2019, luego de un mes de masivas protestas diarias a lo largo de Chile. En Santiago de Chile más de un millón de personas vieron las calles para protestar. Estas se desencadenaron luego de una escalada en la tarifa del metro en Santiago y una diversa variedad de chilenos compartieron en la calle su furia por los altos niveles de inequidad de Chile.
Una de sus principales demandas era reformar la vieja constitución de la era dictatorial que, argumentaban los protestantes, favorecía las inequidades poniendo la salud, la educación, la vivienda y las jubilaciones en manos del sector privado.
El referéndum iba a llevarse adelante, originalmente, en abril, pero fue pospuesto hasta octubre debido a la pandemia del Covid-19.
Foto: Sebastian Cisternas/ Aton Chile./ FocoUy