Ante el exhorto de que se vayan «lo que se recibió fueron insultos y ataques».
El director de convivencia y seguridad ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, sostuvo que ayer domingo hubo un llamado al 911 de una aglomeración en la plaza Seregni que «incumplía las normas» porque era una cantidad «muy importante sin tapabocas». González aseguró que «no hubo ningún tipo de abuso policial, defendemos el trabajo profesional de la policía». A su vez, dijo que ante el exhorto de que se vayan «lo que se recibió fueron insultos y ataques. Hay tres efectivos lastimados, móviles rotos por lanzamiento de piedras y botellas».
Además, señaló que el ministro Jorge Larrañaga le solicitó a la policía que en estos siete meses realice en todo el país un exhorto para que las aglomeraciones, las fiestas privadas y reuniones no se realicen. «La policía recorrió y va a seguir recorriendo el país entero leyendo en cada lugar un exhorto para que la gente se vaya para la casa y para que las aglomeraciones no se realicen», sostuvo.
Por su parte, el nuevo jefe de policía Mario D’Elia aseguró que lo que sucedió en la plaza Seregni no es muy distinto a lo que han desarrollado hasta ahora. «Observamos una cantidad importante de personas, se leyó el exhorto y se pasó dos veces por el lugar. En la primera un móvil nuestro no tuvo ningún problema y pasó casi por el medio de la gente», comentó.
D’Elia manifestó que una hora después volvieron al lugar, observaron otra vez una gran concentración de público y en ese momento leyeron la proclama. «Luego de la lectura y de no existir una reacción de la gente bajamos a dialogar», expresó. «Es ahí cuando el personal encabezado por un comisario que desarrollaba su tarea de hacer entender lo que está sucediendo es agredido e insultado. Arrojaron una bebida alcohólica a los policías, se detuvo a dos personas y en unos minutos se transformaron nuevamente en personas que querían impedir el accionar policial».