A nivel mundial «la frecuencia de aparición de brotes escolares es baja».
El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) formuló un informe sobre la viabilidad de la vuelta completa a la presencialidad en las escuelas públicas. Para dictaminar este regreso completo, Robert Silva, presidente del Codicen, aguardaba este informe. De todos modos el documento explicita que no toma ninguna decisión sino que exponen los argumentos científicos de su viabilidad. «Parece claro que el riesgo de daño por no acceder a las clases presenciales es mayor al de un eventual contagio por concurrir a la escuela», arguyen.
El informe explica que los niños son menos transmisores que los adultos y que, cuando se contagian, generalmente lo hacen a través de un adulto. «Los niños rara vez son el caso índice y excepcionalmente causan brotes», reza. Se auxilian de citas a instituciones como la Unesco y OMS-Unicef que explican el gran impacto y cuan perjudicial es para los niños la falta de presencialidad en lo humano y en lo educativo. Especialmente cómo influye en niños de contextos desfavorecidos o que sufran algún tipo de violencia.
En cuanto a la experiencia a nivel mundial, el GACH sostiene que «la frecuencia de aparición de brotes escolares es baja». «También se señala que las estrategias de reapertura de escuelas deben implementarse teniendo en cuenta el equilibrio de pros y contras para los niños y deben estar lideradas por un enfoque flexible para adaptarse al contexto local en términos de datos epidemiológicos y capacidades del sistema», desarrollan.
En Uruguay -entienden los expertos- la pandemia «está bajo relativo control». En la medida del aumento de las actividades, incluyendo la reapertura de las escuelas, era previsible un aumento de casos.
El GACH, tras esta exposición, concluye: «Las escuelas más que contribuir a la transmisión del COVID-19 reflejan la transmisión comunitaria. Los datos recopilados a nivel mundial han demostrado que las escuelas pueden reabrir de manera segura cuando la transmisión comunitaria es baja, y que incluso en lugares con transmisión comunitaria en aumento, los brotes en las escuelas fueron poco frecuentes en especial si se tomaban precauciones para reducir la transmisión».
Foto: Dante Fernandez / FocoUy