El periodista y corresponsal de Punto de Encuentro en Buenos Aires, Ignacio Quartino, informó a la audiencia sobre toda la actualidad del país vecino. Ha sido una semana caliente en el panorama tanto político como económico.
Este jueves 10 de diciembre del 2020 hace un año que Alberto Fernández asumió como presidente de la República Argentina. No la está pasando nada bien, los datos de pobreza son altísimos. Según datos de la Universidad Católica Argentina (UCA) la pobreza es del 44% y 6 de cada 10 niños del país son pobres. De todas formas, las consultoras y encuestadoras aproximan que Alberto Fernández posee un 50% de aprobación. Si hoy hubiera elecciones ganaría él. Quartino contó que el presidente tiene una frase que es: «Con Cristina no se gana sin Cristina no se puede».
Si bien la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pertenece a la coalición de gobierno, ella tiene su propio gobierno y su propio partido. Se postuló, dicen sus allegados, porque se habían metido judicialmente con sus hijos, especialmente con su hija Florencia. A Florencia Kirchner la justicia le encontró una caja fuerte con 4 millones de dólares sin declarar. Ahí empezó una investigación y ella se fue a Cuba a tratar una patología que la afectaba.
Cristina Fernández cuenta con 11 procesamientos, pero no ha habido grandes avances. De todas formas, recibió un revés: la Justicia determinó en las últimas horas que los jueces que trabajan en la causa de los cuadernos de las coimas sigan en sus puestos. Tampoco ha logrado poner en orden esta situación e incluso su situación se ha agravado: la Suprema Corte de Justicia ordenó que Amado Boudou, otrora su vicepresidente, vuelva a la prisión luego de ser liberado por la cuarentena. La vicepresidenta envió una carta pública en la que se queja de todo esto, hace un balance de este primer año de gestión y no menciona a Alberto Fernández. No es la primera vez, ya lo había hecho hace un par de meses, lo que demuestra una relación un poco tirante.
Otra de las grandes grietas de la República Argentina se profundizará este jueves: comienza el debate por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso. Comienza sobre el mediodía y las calles ya están llenas de manifestantes. Los opositores afirman que el gobierno intenta disimular la situación grave en la que está el país legalizando el aborto y llevar una buena noticia para su sector político. Todo esto se da en un contexto de saqueos, que hacen que la gente rememore la fea imagen del 2001. El debate empieza al mediodía, se va a extender hasta tarde en la noche. Ya «los dos bandos» tienen lugares donde protestar o festejar, todo muy futbolístico, muy a la Argentina. Hay grieta en el ámbito que se les ocurra. En diputados hay una gran posibilidad de que se apruebe con 140 votos, serían más de la mitad, cómodamente. Para llegar al quorum se necesitan 130, esto incluyendo votos de Juntos por el Cambio -oposición-. La votación del aborto no obedece a disciplina partidaria sino al parecer del legislador. No ocurriría lo mismo en el senado, donde hay muchas personas muy tradicionales que están en contra más allá de que sean peronistas.
Escuche la columna de Ignacio Quartino en Punto de Encuentro
Imagen: France 24