Las jubilaciones tendrán un aumento preliminar de 7,57% que se cobrará con el pago que se efectiviza en febrero; en marzo habrá otro pequeño ajuste.

El director en representación de Jubilados y Pensionistas en el Banco de Previsión Social (BPS), Sixto Amaro reclamó que el aumento de jubilaciones provisorio de 7,57% es “insuficiente” y que repercutirá en el poder adquisitivo de jubilados y pensionistas.

En una carta pública, señala que la variación mensual del Índice Medio de Salario Nominal fue de 0,03 %, lo que permite acumular en el año un 7,57 %.  Si bien falta conocer la variación de diciembre —ese dato se conocerá recién el 30/1/2021— lo acumulado hasta el momento nos permite conocer el aumento provisorio que tendrán las jubilaciones a partir del 1º de enero y que se hará efectivo con el cobro de ese mes, a comienzos de febrero. Posteriormente y con el cobro de febrero, a efectuarse los primeros días de marzo, se aplicará el aumento definitivo de las pasividades, explica.

“Como reiteramos siempre, la valoración final del aumento se realiza en función de la inflación, que no es otra cosa que el aumento de los precios. Si la inflación es mayor al aumento otorgado, entonces nuestras pasividades pierden poder adquisitivo, o sea poder de compra, rinden menos. En cambio, si el aumento de pasividades es superior a la inflación, esto incrementa nuestro poder de compra. Esta distinción vale para todas las pasividades, pero cuanto más importante es para quienes ganan jubilaciones mínimas o están próximos a este valor”.

“En cuanto a la inflación en el año 2020, llego al 9.41% el Índice de Precios al Consumo. Es decir, casi un 2% más de lo que crecieron los salarios. La primera conclusión será, por lo tanto, que el aumento es insuficiente. No asegura ni siquiera recomponer el nivel de compra de nuestras prestaciones”.

“El Poder Ejecutivo definió cuáles serán las tarifas que regirán a partir del 1º de enero de 2021 en las empresas públicas. En UTE la suba será de un 5% en promedio, mientras que en OSE será de 6,5%. En ANCAP por ahora no hay ajuste en el precio del gasoil, el principal combustible usado por los sectores productivos, que se mantiene incambiado desde enero de 2018. La nafta en cambio sí aumentó un 6,19%, mientras que el supergas aumentó 6,19%. Finalmente, ANTEL incrementó la tarifa de sus servicios en un 6,3% para telefonía celular y de 9,5% para servicios de internet. Vale recordar que el último aumento de tarifas se produjo en abril del año pasado, hace 8 meses. Seguramente este incremento de precios impactará en nuestro poder adquisitivo y en nuestra calidad de vida.

“¿Hay mecanismos para modificar esta situación? Sí los hay, y están en la esfera del poder ejecutivo. El artículo 67 de la Constitución de la República, en su inciso segundo dice: Los ajustes de las asignaciones de Jubilación y Pensión no podrán ser inferiores a la variación del Índice Medio de Salarios, y se efectuarán en las mismas oportunidades en que se establezcan ajustes o aumentos en las remuneraciones de los funcionarios de la Administración Central.

“Esto quiere decir que el legislador estableció un piso para los aumentos, pero no un techo o tope. No podrán ser inferiores a la variación del IMS, pero nada dice acerca de no puedan ser superiores. Esa potestad queda reservada para el Poder Ejecutivo quien, mediante decretos, puede efectuar aumentos extraordinarios, del mismo modo que los efectuados para aumentar la jubilación mínima. El tema por lo tanto se corre de la esfera constitucional y legal al terreno político.  Si el Poder Ejecutivo así lo dispusiera, se puede compensar la pérdida de poder adquisitivo de nuestras jubilaciones y pensiones, emitiendo un decreto que, excepcionalmente, las incremente en un monto adicional al que tendrán por la vía del IMSN”.

“Hay motivos de sobra para pensar en la justicia que implicaría una medida de este tipo. El primero que podemos señalar, por evidente, refiere a la situación de emergencia sanitaria pero sobre todo social que vive el país desde hace casi 9 meses. La pandemia se ha convertido en una carga emocional, afectiva, de salud y también económica para los jubilados y pensionistas, en especial para aquellos de menores ingresos”.

“Sabido es además, que las jubilaciones y pensiones muchas veces son el refuerzo al ingreso familiar, el complemento. Que muchas veces de esas pasividades se ayuda a un hijo, a un hermano, a un familiar que enfrenta dificultades económicas. En este año tan especial, donde miles de compatriotas han sufrido la inseguridad laboral, pérdida del empleo, seguro de paro indefinido, etc. creemos que golpear a las jubilaciones y pensiones, es también afectar a miles de familias que ven en estas prestaciones, una ayuda significativa “para parar la olla” y llegar a fin de mes”.

“Que decir de quien gana $12.000 o $13.000 de jubilación o pensión. Decirles a estas compañeras y compañeros, que el aumento que se va a recibir no alcanza para cubrir lo que han subido los precios, nos duele y nos preocupa. En un año tan especial donde tanto se le ha pedido al adulto mayor en materia de cuidado, de responsabilidad, etc., le advertimos que además va a poder poner menos cosas en el carrito del súper o de la feria. Es el segundo año en donde se constataría esta realidad. En 2020 se otorgó un aumento que, estuvo apenitas por debajo de la inflación”.

“Este año la brecha es de 1.84 %, con tendencia a seguir perdiendo poder adquisitivo en correr del año 2021, a menos que nuestras propuestas, lucha y movilización logre torcer el rumbo impuesto”.

“Reiteramos, la necesidad de trabajar en conjunto, unidos, porque los desafíos que tenemos por delante son muchos e importantes. Nada más y nada menos que defender lo conquistado, y no solo en materia de ingresos, que son fundamentales. Defender el Plan Ibirapitá (¡qué valor tuvo a lo largo de la pandemia el plan!), la Operación Milagro, el sistema de cuidados, etc. Repetimos, muchos y muy importantes” finaliza el comunicado.

 

Foto: Gastón Britos / FocoUy