Desde las 18 horas el proyecto se analiza en la Cámara de Diputados. La oposición acompañó la votación general de la iniciativa pero no votó el artículado y propuso cambios.
El Parlamento discute en carácter de grave y urgente el «Impuesto Emergencia Sanitaria 2 – COVID19 -«, que nutrirá al Fondo COVID durante los meses de mayo y junio de 2021, con posibilidad de prórroga por otros dos meses. La carga será para empleados y jubilados estatales o de empresas dependientes del estado que cobren más de $120.000 nominales.
Salarios y jubilaciones de entidades públicas, retiros militares y policiales, tendrán que tributar el gravamen en franjas progresionales. Los trabajadores de actividad privada están excluidos pese a la propuesta del Frente Amplio de hacer extensivo el tributo. La ley explica en su exposición de motivos que «los trabajadores enfrentan el riesgo permanente de ver afectados sus ingresos por razones de salud o disminución de la actividad económica».
El senador del Partido Nacional Jorge Gandini apoyó la nueva ley, y explicó su profundidad cuando tomó la palabra. Aclaró que la diferencia con el impuesto Covid sancionado en 2020 serán las tasas progresionales: «Las franjas son iguales, pero se tributan diferente. Hasta 120.000 pesos se paga cero».
Gandini indicó que la máxima carga será la de $7.000, para quien cobre un monto mensual de $180.000. Estará excluído el IVA. Agregó que el impuesto puede prolongarse por dos meses más, hasta agosto.
Óscar Andrade, senador del Frente Amplio, confirmó previo al ingreso a sala que el partido intentará agregar un inciso en el que se pida aporte a empresas con rentabilidad positiva, cuyo sector no haya sido afectado por la pandemia, y una alicuota del 2% a uruguayos con patrimonio en el exterior «por única vez, para afrontar la emergencia».
Agregó que, gracias al ritmo de vacunación, «es un mes y medio en el que tenemos que concentrar los esfuerzos», en el que hay que lograr «el menor sufrimiento para la sociedad». Por esto, cree que la discusión tiene que centrarse en la «inversión social».
La discusión ascendió de tono por momentos. Hubo una discusión entre Sergio Botana, del Partido Nacional, y la presidenta del senado Beatriz Argimón, en la que la segunda criticó que «estamos en un momento muy complicado», por comentarios del primero que «desconfiaban» del senado».
La senadora nacionalista Graciela Bianchi afirmó que «los muertos se le tiraron al gobierno», y añadió que «se tiene que llevar paz a la gente».
Charles Carrera, del Frente Amplio, afirmó que votarán el proyecto en general, pero «en particular no lo vamos a votar porque no estamos de acuerdo»
El senador opositor sostuvo que su partido «está convocando a la unidad nacional», desde el primer día. En los últimos días la intendenta de Montevideo Carolina Cosse también replicó esa propuesta.
Sebastián Da Silva, senador blanco, alegó estar «cansado de que digan que este es un gobierno que no se ha hecho cargo de la pandemia», y criticó a quienes cuestionaron la transparencia del sistema de vacunación, «que es un verdadero ejemplo para todo el país».
Tabaré Viera, senador colorado, elogió el plan de vacunación y dijo que «votar este proyecto de ley es una cuestión de coherencia», por lo que pidió votar por unanimidad. «Hace un año votábamos un impuesto que era peor que este», agregó.
El senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos expresó que «todos somos culpables» de la situación actual del país, y que su partido votará a favor de la ley.
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