Sebastián Rodríguez, dirigente del sector, sostuvo que los casos se dan generalmente en la periferia de Montevideo, aunque han ocurrido casos más céntricos.
La Red de Sindicatos de Trabajadores de las Emergencias Móviles (REM) denunció este lunes un «incremento» de robos y actos de vandalismo a sus ambulancias y autos. El dirigente de la red Sebastián Rodríguez expresó a 970 Noticias que «todos los días hay una o dos agresiones» y que ya se han reunido tres veces con el Ministerio del Interior y la Guardia Republicana en busca de soluciones.
«Lo que ha pasado estas últimas semanas es un incremento. Venía con un promedio de una o dos semanales, porque nunca deja de haber este tipo de situaciones, pero en las últimas tres semanas hubo un incremento de uno o dos agresiones por día», explicó Rodríguez, y agregó que generalmente estas agresiones son piedras, robos, e intentos de perseguir ambulancias.
«No han robado medicamentos en las ambulancias. En general lo que se roba son las pertenencias de tanto del chofer como el médico», indicó Rodríguez, y explicó que parte del protocolo consiste en que todas las personas que se encuentren en los vehículos ingresen a los domicilios donde se brinda asistencia, pero eso a veces «no se cumple».
Según el dirigente, la mayoría de estos casos ocurre en la periferia de Montevideo, aunque «se ha dado también en zonas más céntricas», por lo que no cree que haya un patrón. Cuando ocurren estas situaciones, las emergencias instalan una zona de exclusión de atención de diez cuadras a la redonda del lugar donde ocurrió el hecho por 24 horas. Si hay una situación de emergencia se va, pero con patrullero.
Hasta ahora, Rodríguez criticó que el Ministerio del Interior no ha dado respuestas. De las conversaciones surgió un nuevo teléfono «de respuesta mediata», ante situaciones de violencia.
Las ambulancias pueden pedir, según el último protocolo de seguridad firmado, una patrulla para ingresar a zonas que las emergencias crean inseguras. Sin embargo, la capacidad de este tipo de asistencia es finita, porque «si para cada asistencia se pide apoyo policial no daría abasto», lamentó Rodríguez.
En otras ocasiones la respuesta policial demora, el móvil llega tarde a situaciones urgentes, y se generan situaciones de violencia. También algunas veces los vehículos que ingresan con patrullas han sido apedreados.